Unidad nacional: para qué, entorno a qué, con qué objetivo…

Unidad nacional, para qué

Si la convocatoria del gobierno y, en concreto, del Presidente Peña, es para unirnos contra el enemigo exterior invocando a “masiosare”, cuidado. No volvamos al nacionalismo ramplón y barato que saca a flote la cultura del régimen en la que crecimos de odiar a los “gringos” por mero deporte nacional.

Ratifico mi comentario de la semana pasada: Estados Unidos sigue y seguirá siendo una gran nación y un socio deseable. Tener tres mil kilómetros de frontera con el mercado más grande del mundo es un privilegio: con, o sin tratado comercial; con, o sin muro. Sus habitantes, las comunidades multirraciales, sus instituciones, comienzan a dar la batalla a Trump y sus medidas proteccionistas y xenófobas. Hagamos lo propio acá.

Sí, hay que apoyar al Presidente, y desde nuestra trinchera poner el granito de arena que nos toca; sin embargo, sigo viendo al gobierno extraviado sin ofrecernos una ruta concreta. No equivoquemos los temas de coyuntura. Estamos en un panorama interno y externo difícil y podría decirse que hasta hostil; sin embargo, requerimos de los mejores ciudadanos, mujeres y hombres que en este país pongan su talento desde su lugar de trabajo con el ejemplo: ética, honestidad, esfuerzo, legalidad, respeto por el «otro» y la cooperación a pesar de las diferencias.

A juzgar por los hechos, mientras el gobierno, partidos e instituciones sigan trabajando con cálculo político antes que en interés social, no vamos a avanzar y todo quedará en meras “buenas intenciones”. Hasta que el nivel de hartazgo sea mayúsculo y pasemos de las marchas a cosas más serias.

Todavía no he visto ni la humildad ni la calidad moral del gobierno para aceptar errores y actuar con sensibilidad y hacer que las cosas cambien: casa blanca, malinalco, elecciones locales y federales, corrupción, transparencia, licitaciones, moches, entre otras linduras… y todo eso que forma parte de una cultura y una tradición que se ha eternizado desde gobierno. Por favor, señores, siguen pensando cómo evitar que López Obrador llegue a las elecciones haciendo pactos políticos y no gobernando bien. Ejerciendo el gasto de forma discrecional, ahorcando a las entidades donde el PRI perdió el control del gobierno, por ejemplo.

A nivel local vemos cómo el Alcalde de Durango tiene un pie en su campaña personal para ser gobernador en el 2022 y desde el gobierno del estado no encuentran la forma de repartirse el “botín”, una vez que quitaron a otro grupo que los mantuvo a raya durante 12 años. ¿Revanchas? A estas alturas el tamaño del pastel es cada vez más pequeño y se van a tratar de repartir las migajas que quedan de años de abandono del campo, de la producción minera, de la madera, de la ganadería… volvamos a nuestras bases, pero abran la puerta a expresiones distintas y no den vuelta de regreso al pasado así nada más. Hay fuerzas hostiles aún dentro del equipo de transición que quieren que mucha cosas sigan funcionando como siempre. No al gatopardismo.

Desde el Poder Judicial, Senado, Congreso o entidades federativas… ¿Alguien ha cuestionado abiertamente la política de Peña Nieto, el ejercicio que se ha hecho de los recursos desde la Secretaría de Hacienda o su política de seguridad? Dos de los temas, por cierto, en los que es urgente definir un rumbo concreto para el país.

Si es o no real, la sugerencia de tropas militares estadounidenses de Trump al Presidente Peña, ¿Qué vamos a hacer respecto al tema de la producción trasiego y distribución de mariguana? Mientras aquí es ilegal, cuesta muertes y aceita la corrupción; del otro lado, es legal y deja millones de recursos lícitos para el gobierno y las empresas.

Si la convocatoria del gobierno y los políticos es para unirnos contra el enemigo exterior invocando a “masiosare”, cuidado. Para qué, entorno a qué, con qué objetivo invocan la “unidad nacional”.

@leon_alvarez