La Caminera (20 ene 18)

Columna de Columnas Nacional

20 de enero de 2018

Democracia

En la escuela nos enseñan que la democracia es el mejor sistema porque su poder descansa en el gobierno de las mayorías. La voz del pueblo, se sintetiza, y con ello se legitima un poder, mandato o responsabilidad.

¿Y qué pasa con las minorías derrotadas?

Lo que no nos enseñan en la escuela es que la mayoría también gobierna no solo a “la mayoría ganadora”, también debe ser incluyente y darle garantías a las minorías que, si bien no son de su misma filiación, subsisten bajo el mismo cielo…

Cero “autocrítica”

Esto nos lleva a pedir, en aras de la viabilidad y madurez política, que gobiernos, políticos e instituciones estén abiertos a las críticas, escrutinio… pero también profesen un mínimo de autocrítica que pueda legitimizar sus decisiones –o al menos- la mayoría de sus decisiones en el ejercicio de sus funciones.

La realidad

La realidad es que lo que nos enseñan en la escuela sobre valores cívicos, tolerancia, madurez política, respeto, honradez y derechos humanos y civiles, lo tiran al caño cada vez que hablan y se escudan en banderas, prejuicios, filias y fobias que nada tienen que ver con las necesidades y soluciones sociales….

Se gana o se pierde…

Lo que debemos saber todos es que en democracia se gana o se pierde; se gobierna bien o se gobierna mal; se cometen errores y aciertos; y eso no debe ser impedimento para que la sociedad en su conjunto transite por cauces institucionales… El asunto es que nadie quiere perder y nadie quiere reconocer que ha fallado.

El poder y los privilegios

Esto es lo que ha generado a perpetuidad la lucha por el poder para mantener los privilegios. En resumen, una falta de madurez política como sociedad. No nos quejemos de tramposos si nadie estamos dispuestos a la autocrítica.

El Cantinero