13 de octubre de 2017
Campañas: promesas y compromisos a la inversa
Hay que estar pendientes con lo que nos prometen en las campañas; ya en el puesto, en realidad realizan lo contrario. Solo como ejemplo: Calderón, prometió reducir el ISR y no solo no lo eliminó, nos recetó el IETU. Peña Nieto, iba a bajar los costos de la luz y el gas, y tómala, ni cerca estamos de ello…
Entonces, por qué nos extrañan los chapulines…
De modo que lo que hacen personajes como El Bronco, en Nuevo León, o el Alcalde Enríquez, aquí en el terruño, no debe extrañarnos. La cuestión aquí es cómo los obligamos a cumplir con sus verdaderas funciones, a dar resultados, a resolver los problemas de la comunidad, a utilizar el presupuesto público para generar condiciones que favorezcan la convivencia, el desarrollo económico y la seguridad… Ha de ser muy difícil porque, hasta ahora, nadie puede con el paquete…
¿Se acabó el TLC?
Más que esperar, ante los desafíos de Trump, nos parece que debemos tomar la iniciativa pero con posicionamientos concretos que comprometen la “paz y tranquilidad” norteamericanas. De paso, le ponemos un pinchazo a su doble moral. Nos referimos a temas sensibles para los gringos, por ejemplo: migración por la frontera sur; no aceptar a deportados procedentes de EU sin comprobar su nacionalidad; terminar el gasto (infructuoso) de recursos humanos y financieros a la guerra contra el narco; y en particular, impedir que la cocaína de Colombia, la heroína de Guerrero y la mariguana del norte del país lleguen a EU.
El Cantinero