Se habla mucho sobre el Índice de Precios y Cotizaciones (INPC o inflación) sobre todo porque es un indicador desde el punto de vista del consumidor. Es el pulso de los precios. No obstante, como lo hemos venido advirtiendo desde esta columna en varias ocasiones, el incremento de precios (más peligroso) inicia con desequilibrios en la oferta; es decir, en la producción, transformación, distribución y luego en el consumo.
De ahí que cuando la inflación es incierta, rebasa los estándares o simplemente no está contenida o estable, genera una distorsión enorme en cualquier mercado, simplemente, porque no permite planear inversiones a empresarios o potenciales inversionistas en cualquier proyecto o proceso productivo. En nuestro país, a raíz del gasolinazo de enero esto ha sido la constante y el sector de la construcción residencial es el más afectado.
En este contexto, las cotizaciones al productor en la construcción residencial crecieron a doble dígito en 43 ciudades del país (de 46 consideradas), durante abril de este 2017. A nivel nacional el aumento anual fue de 13.27%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este incremento fue el más elevado desde el 2014 (13.86%), considerando sólo el cuarto mes de cada año.
Las ciudades con la mayor variación anual en el Índice nacional de precios productor de la construcción residencial fueron: Tepatitlán (Jalisco), con 23.06%; Monterrey (Nuevo León), con 17.88%, y Tijuana (Baja California), con 17.83 por ciento. Durango se mantuvo por encima de la media nacional en el lugar número 10, con 14.75% en este rubro. De ahí que la dinámica económica en obra privada y pública esté en pausa.
Uno de los factores a considerar es la ubicación geográfica de las ciudades, ya que algunas están en un punto de expansión económica (puerto, aeropuerto, centro industrial, cuenca hidráulica…) por lo que el costo del terreno va incrementando; sin embargo, en situaciones de estancamiento económico como el que actualmente experimentamos a nivel mundial y nacional, el costo de los materiales, insumos, servicios y la proveeduría en general, es la clave.
El aumento en las cotizaciones en el sector de 13.27% en abril estuvo ligado a tres elementos: materiales de construcción, alquiler de maquinaria y la mano de obra (componentes de la construcción residencial). Estos rubros, en algunos casos tienen una relación constante con el tipo de cambio y con los combustibles. El panorama, en este sentido, por eso es de extrema incertidumbre.
@leon_alvarez