Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del sábado 28 de enero de 2017. El mejor muro es inversión y empleo en México. Empieza a desmenuzarse el proceso de aprendizaje (o la falta de pericia) del Canciller Luis Videgaray. No es “Terminator”, sino “Negotiator”…
Rayuela
Sólo una exigencia: no vayan a hacer en Jalisco lo mismo que hicieron en Sonora con la ABC.
http://www.jornada.unam.mx/2017/01/28/
El mejor muro es inversión y empleo en México
El empresario Carlos Slim Helú aseguró que se debe tener calma ante las políticas xenófobas de Donald Trump. En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “una semana después de que Donald Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, el empresario mexicano Carlos Slim ofreció una conferencia de prensa en la que aseveró que no debemos temerle a Trump. […]. Llamó a los mexicanos a la unidad, pues es la fortaleza para negociar, sin enojos y sin entregarse. Además de que México cuenta con importantes ventajas, ‘incluso para la construcción del muro’, comentó. Su apuesta es por la fuerza laboral mexicana, por mucho superior a la de Estados Unidos, aseveró. Somos más trabajadores. ‘El mejor muro es inversión y empleo en México’, palabras de Slim. Que llegue la calma”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/01/28/1142734
Consulados
Los consulados mexicanos se fortalecerán, para ello ¿serán suficientes los mil millones de pesos que regresó el INE? En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “ya se supo qué les dijo Enrique Peña Nieto a los legisladores con los que se reunió ayer en Los Pinos: que negociar con Donald Trump no es darle un cheque en blanco y que reconoce en el estadounidense una amenaza real. […] cuando le preguntaron sobre la premura en la negociación con el nuevo POTUS, respondió que peor hubiera sido la incertidumbre financiera ante la falta de acción. También, que Luis Videgaray expuso un plan de varios puntos que incluye mayor contacto del gabinete con sus pares en EU, ser activos en foros en ese país e intensificar el apoyo a los paisanos. […], se estableció que los mil millones de pesos que regresó el Instituto Nacional Electoral tras frenar la construcción de su nuevo edificio se usarán en la protección consular de mexicanos en Estados Unidos. A ver si rinden”.
http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=105979&po=3
La novatada de Videgaray
En una semana de gobierno, Donald Trump se puso a cumplir sus promesas de campaña. Entre ellas, la aprobación para reforzar el muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Mientras tanto, la reunión planeada para el 31 de enero entre los presidentes de ambas naciones ya no se hará. En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “conforme pasan las horas del episodio que amenazó con la peor crisis diplomática entre México y Estados Unidos por el necio plan de Donald Trump de construir un muro en la frontera, empieza a desmenuzarse el proceso de aprendizaje (o la falta de pericia) del Canciller Luis Videgaray. […] la diplomacia mexicana primero debió asegurarse de conocer el tema o los temas que tenía en agenda el Presidente de Estados Unidos para la semana del viaje de don Luis y su acompañante, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Es una práctica en el mundo de los diplomáticos contemplar esa información para definir las fechas de los viajes. El segundo elemento, […], es que el Canciller mexicano debe hoy tocar la puerta del poderoso jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, antes de refugiarse y contentarse con Jared Kushner, yerno y asesor de Trump. Ante la falta de pericia e información, la novatada de don Luis, el escenario del viaje del Presidente Enrique Peña Nieto se vino abajo, […]. ¡Y eso que apenas se cumple una semana del gobierno del magnate”.
Descifrar a Trump, resilencia y acción
En El Universal, el internacionalista Mauricio Meschoulam, escribe que los mensajes de Donald Trump difundidos en redes sociales deben de analizarse con cuidado: “el discurso y los tuits de Trump tienden a ser ‘sobre-analizados’ y/o mal interpretados escribe Van Jackson en Foreign Affairs. […] Trump presenta una psicología muy difícil de descifrar, además de un discurso que […] sí exhibe amplias inconsistencias y contradicciones que generan efectos varios. […], sus tuits, sus declaraciones, su lenguaje e incluso sus directrices políticas deben ser leídas e interpretadas incluso de manera más compleja […]: (1) Reacciones desde su estómago que no siempre miden las consecuencias, (2) Correcciones a sus posiciones, cuando no bandazos o golpes de timón, y (3) Un lenguaje vago, que tiende a las generalizaciones y a la carencia de detalles cuando le son exigidos. El problema es que ese tipo de conducta y discurso pueden ir constantemente lanzando dardos o carnadas fáciles de comprar, lo cual impacta en emociones colectivas y, por lo tanto, en asuntos de política y/o en decisiones. […] es que el discurso cuenta, no solo lo que se dice, también lo que no se dice y lo que se implica. A las palabras, o al menos a las enunciadas en tiempos del Twitter, no se las lleva el viento. Las cosas que se expresan (interpretadas, sobreinterpretadas, o leídas de manera literal) tienen consecuencias, generan reacciones en los mercados, retumban en redes sociales, y activan espirales emocionales muy difíciles de detener. El caso más claro que junta varios de los aspectos mencionados es el del muro en nuestra frontera. […], la Casa Blanca afirma que se va a imponer un arancel de 20 por ciento a los productos mexicanos, una medida proteccionista que además de violar legislación existente, deberá pasar por un Congreso que no necesariamente coincide con ese arancel. […], la Casa Blanca mejor corrige e indica que esa era solo ‘una idea’ bajo consideración. […], ya en México, una ciudadanía que se siente ofendida y vulnerable, tiende a considerar lo del muro un hecho consumado. […], pensar en cómo comunicar todo eso para amortizar, en la medida de lo posible, los efectos psicológicos y políticos de sus palabras y tuitazos cotidianos. […]”.
Unidad de acuerdo
En Reforma, el periodista René Delgado, escribe que el gobierno mexicano debe de solucionar los problemas internos para poder llegar a la unidad y así hacerle frente al Presidente de EU: “sin descartar una reacción internacional más firme ante el peligro ahora evidente del gobierno estadounidense y sin descartar que Donald Trump se interna a paso acelerado en un laberinto cuyas salidas pueden suponer que caiga o aplaste, convocar en México a la unidad frente al troglodita exige -error sería obviarlo en aras de la corrección política- armar un acuerdo interno.[…]: no hay política exterior posible sin política interior estable. Sin Estado de derecho ni gobierno, no hay embajada capaz de representarlos. No se llega a ningún lugar si se ignora el punto de partida. […], esos señalamientos se han hecho ya en este espacio. Importa repetirlos por una razón: advertir la amenaza externa sin conjurar el desacuerdo interno es una aventura sin destino. Esta vez, no funcionará el ardid de guardar los esqueletos en el clóset de la casa a fin de espantar a los de afuera con un fantasma, desde la fachada. Los esqueletos siempre salen del clóset y los fantasmas siempre terminan por desvanecerse”.
http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=105980
Tiempo de defensa
Enrique Peña Nieto debe de considerar si su equipo de trabajo es el más conveniente y apto para la relación bilateral con EU. Donald Trump anunció que reforzará el muro y que no está de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio, ¿qué hará el gobierno mexicano?, ¿ya tendrá una posible solución viable? En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “terminó la incertidumbre y la confusión: Donald Trump ha dejado clara su declaratoria de guerra contra México, no una guerra armada o belicista —al menos hasta ahora— pero sí una guerra comercial, de impuestos, migración y política exterior antimexicana. […] busca legitimar su discurso y cumplir las promesas que hizo a los votantes estadounidenses más duros y que odian la migración y la culpan de sus problemas económicos. […] México tiene que empezar a defenderse. […]. El ‘diálogo y la negociación’ ya no son estrategia suficiente para enfrentar la agresión declarada con todas sus letras, […] Si el Canciller Luis Videgaray no ha entendido eso […], es momento de que se vaya. Ya le dimos oportunidad de aprender y su fracaso en la asesoría que dio al Presidente Peña Nieto —[…]— fue total y con resonancia internacional. Peña puede y debe seguir hablando con Donald Trump, pero es momento de que entienda que por la vía del diálogo no va a detener las acciones concretas contra el país que ya está tomando su homólogo estadounidense. Llegó el momento de la acción, Presidente. […] Para lograrlo cuenta con el apoyo de todos los mexicanos. Pero si su equipo no funciona, si sus hombres de más confianza han fallado, ya no debe dudar en deshacerse de ellos. Hay muchos otros mexicanos con talento, con experiencia y capacidad […] Es momento de que Peña abra los oídos a muchas otras voces, […]; lo importante es que Peña Nieto ya no esté solo y aislado por el pequeño grupo de ambiciosos que lo han mantenido secuestrado y distanciado de la realidad. […] Llegó el tiempo de la acción y de la defensa. […] Peña. No fueron sus reformas lo mejor que pudo hacer en su sexenio; lo que lo puede hacer pasar a la historia es justo este momento: usted decide si quiere pasar como el Presidente que entendió y enfrentó la amenaza junto a los mejores mexicanos, o como el Presidente que se quedó atrás y no supo estar a la altura de lo que su nación le demandaba”.
No quiero hablar de Donald Trump
Peña Nieto y Donald Trump ya no hablarán públicamente sobre el tema del muro fronterizo. En Milenio, el periodista Hugo García Michel, escribe que él tampoco quiere conversar sobre el Presidente de EU: “el tipo lleva una semana en la Casa Blanca y tanto leer y oír de él ya me tiene hasta el copete. Desde el primer día, Donaldo empezó a dar de qué hablar, con una hiperactividad digna de mejores causas y todo mundo se ha hecho eco de esas famosas órdenes ejecutivas que dispara con la velocidad de Usain Bolt (con todo y medalla de oro arrebatada). […] no quiero hablar de Trump, porque políticos, analistas, periodistas, conductores de radio y televisión, más el público en general parecen no tener otro tema. Que si va a levantar el muro en la frontera, que si va a expulsar a millones de inmigrantes, que si cada que lanza un exabrupto el peso mexicano se devalúa, que si se pelea con la prensa gringa, que si está desarmando el Obamacare, que si ya autorizó la construcción de dos peligrosos oleoductos, que si dice que el cambio global no existe, etcétera, […]. Todos hablan de Donald Trump y yo me niego a hacerlo. Me niego a decir que su lenguaje corporal es terrible, que tiene un pésimo gusto al vestir, que su peinado es una cosa inenarrable, que su opinión sobre las mujeres es vergonzosa, que en cada conferencia de prensa dice dos mentiras por minuto, que es un sujeto la mar de desagradable, que sigo sin entender cómo carajos llegó a la primera magistratura del país más poderoso del orbe. […], hoy no quiero hablar de él o de la manera como canceló la entrevista que iba a tener el próximo martes con el Presidente de México (con lo cual la bizantina polémica sobre si Peña Nieto debía o no ir a dicha entrevista quedó finiquitada… por Donald Trump). Que quede claro entonces: esta vez no hablaré de ese señor”.
Es la hora de México
Con la llegada del magnate Donald Trump a la presidencia la incertidumbre se ha convertido en algo común. Trump tiene muchos detractores, pero sin importarle eso, sigue fiel a sus ideas xenófobas. En Milenio, el columnista Liébano Sáenz, escribe que: “El Presidente Donald Trump […]. Ha pasado apenas una semana, y ya no se sabe cuál es peor, el candidato o el Presidente, con la diferencia de que ahora el riesgo y el peligro son considerablemente mayores. Lo de menos en torno a este personaje es la impopularidad o el rechazo que esperamos pudieran generar sus arrebatos con el paso del tiempo en amplios sectores de la sociedad estadunidense y del mundo entero. […] el Presidente Trump está convencido de la causa que le acompaña […] Quiérase o no, es el representante de Estados Unidos, […], el país económica y políticamente más poderoso y por si fuera poco nuestro vecino y principal socio comercial. […], hay una relación de interdependencia entre México y Estados Unidos; […]. El problema que enfrentamos es que el racismo del Presidente estadunidense y de su grupo nos lleva inevitablemente al terreno de la confrontación. […] El gobierno de México debe actuar con extrema cautela. No caer en la provocación, pero tampoco ceder terreno. […] El gobierno no debe dejar de mostrar disposición al acuerdo y la negociación. Pero cuidando las condiciones que hacen de México un país de oportunidades para la inversión y un aliado de la seguridad hemisférica que tanto interesa a Estados Unidos. Una actitud prudente es desgastante para la opinión pública, pero es lo correcto para salvaguardar el interés nacional. Acordar no significa ceder, tampoco someterse. Es la vía para hacer valer la causa de los mexicanos y para actuar de manera constructiva en una relación entre países desiguales y ahora gobernado por un equipo predispuesto a la confrontación y pleno de prejuicios sobre México. Hay que ver a la historia y aprender de las lecciones más dolorosas […] si confiamos más en nosotros mismos, podemos hacer de estos momentos de incertidumbre el sólido principio hacia una nueva historia de fortaleza y prosperidad”.
La llamada de una hora, el “Trump mexicano” y el reo 0238
No es ‘Terminator, sino Negotiator’, dijo Carlos Slim sobre Trump en conferencia de prensa. Slim es el único mexicano que se ha visto con el Presidente de EU desde que ganó la elección presidencial el 8 de noviembre. En el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “Peña sacó algo positivo de la maratónica llamada: el compromiso de que ninguno de los dos hablaría públicamente del muro fronterizo. […]. Pero lo más impactante que han producido las constantes agresiones del Presidente de Estados Unidos contra los mexicanos es la unidad nacional que se ha registrado no en torno a Peña Nieto, sino contra el propio Trump. Que alguien me diga si el xenófobo gringo no se ganó a pulso el título de enemigo público número uno de México. López Obrador así lo entendió. Hasta en tres ocasiones ha hecho público su apoyo al Presidente mexicano. Sabe que ir en contra del sentimiento generalizado es contraproducente para sus aspiraciones presidenciales. En otros tiempos hubiese llamado a Enrique Peña ‘el jefe de la mafia en el poder’. El mismísimo Carlos Slim aseguró ayer, en rueda de prensa, que ‘esta unidad nacional para mí es la más sorprendente que he visto en mi vida’. El alguna vez hombre más rico del mundo, por cierto, descartó toda posibilidad de buscar la Presidencia de la República, luego de que el tema se convirtiera en trending topic en las redes sociales. El cargo no le interesa”. CNN reportó que Trump describió una ‘muy, muy amigable’ charla telefónica con el Presidente mexicano, pero insistió en que mantendrá una actitud severa en las relaciones comerciales con su vecino del sur. […] El jefe de la Casa de los blancos andaba a mediodía de mejor humor que a las siete y pico de la mañana, si nos atenemos al tuit —[…]— que posteó a esas horas. ‘México ha tomado ventaja de Estados Unidos suficiente tiempo. Déficit comerciales masivos y poca ayuda en la muy débil frontera deben cambiar ¡ya!’, escribió. […]”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/francisco-garfias/2017/01/28/1142726
El mundo (mental) de Trump
Entre 12 mil y 15 mil millones de dólares costaría el reforzamiento del muro fronterizo anunciado por Donald Trump en la primera semana de su mandato, ¿es necesario ese despilfarro de dinero? En el Reforma, el periodista Jorge Ramos, escribe que: “digamos que tú quieres construir una cerca en tu casa y que, de pronto, se te ocurre que puedes forzar a tu vecino a que pague por ella. […] es exactamente lo que el nuevo Presidente Donald Trump quería que México hiciera. […] el Presidente Enrique Peña Nieto se tardó un año y medio en responder y decirle que no a Trump. […], por ahora, el muro de Trump lo van a pagar los estadounidenses, no los mexicanos. El líder del Senado, Mitch McConnell, dijo que el muro costaría entre 12 mil y 15 mil millones de dólares. Y lo peor de todo es que no va a servir para nada. […] será un elefante blanco: una construcción gigante, muy visible y totalmente inútil. México y Estados Unidos comparten 1,954 millas de frontera. Ya hay algún tipo de muro o cerca en unas 700 millas. Así que habría que extender esas barreras físicas al menos 1,200 millas más. Será una estratosférica pérdida de tiempo y dinero. […] ¿por qué quiere construir un muro totalmente inútil? […] les explico por qué el muro es inútil. Alrededor del 40 por ciento de todos los indocumentados en Estados Unidos llegaron con una visa -muchos por avión- y luego se quedaron, […], no podría parar a muchos inmigrantes.[…] El muro es innecesario porque no hay ninguna invasión de inmigrantes como, falsamente, nos quiere hacer creer Trump. El número de indocumentados se ha mantenido estable, en alrededor de 11 millones, y en los últimos años más mexicanos se han ido de Estados Unidos que los que han entrado. […] tampoco pararía la entrada de drogas. […] En el 2013 había en Estados Unidos 24.6 millones de personas que dijeron haber consumido algún tipo de droga el mes anterior, […]. El negocio de las drogas es imparable mientras haya consumidores que lo sostengan. ‘El Chapo’, el principal narcotraficante del mundo, ya está en una cárcel de Nueva York. Pero […]. Rápidamente ha sido reemplazado por una nueva generación de capos. […] La solución […] un sistema multinacional que proteja la inmigración legal. […] El verdadero muro de Trump está solamente en su cabeza”.
http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=105981&po=3
En Los Pinos
En una reunión ‘privada’ el Presidente Enrique Peña Nieto se reunió con su equipo de trabajo y los coordinadores de otros partidos políticos. En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “aunque al encuentro con el Presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos acudieron integrantes de la fracción del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, como el Coordinador Francisco Martínez Neri y el Vicecoordinador Jesús Zambrano, así como los senadores Armando Ríos Piter y el Coordinador Luis Miguel Barbosa, los legisladores prefirieron no hacer comentarios al finalizar la reunión. Los que de plano brillaron por su ausencia fueron los legisladores de Movimiento Regeneración Nacional”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_892890721.html
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