Columna de columnas nacional (27 feb 18)

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del martes 27 de febrero de 2018. La confrontación política: las propuestas de los candidatos, la calidad moral para defenderlas y el vacío ideológico de los partidos… Cambios de piel; Ideologías… AMLO y el combate a la corrupción. El peligro para México: el nuevo spot de la campaña de Meade apunta hacia el estímulo de la aversión al riesgo, pensando que los mexicanos tienen en esa casilla a López Obrador. La aversión al riesgo se da principalmente cuando las cosas –políticas, económicas y sociales– marchan por buen camino.

Rayuela

El gobernador Corral está empeñado en marear la perdiz con su ‘‘desafío’’ a la Federación. Y se hace el occiso con la inseguridad en Chihuahua.

http://www.jornada.unam.mx/2018/02/27/

La confrontación política

Samuel Aguilar Solís, escribe en El Financiero acerca de las propuestas de los candidatos, la calidad moral para defenderlas y el vacío ideológico de los partidos: “Una vez terminado el engaño de las “precampañas” y hasta el 29 de marzo, estaremos en la intercampaña, periodo en el cual se puede hacer difusión de propaganda política para dar a conocer ideología (no sé cuál), principios, valores o programas de un partido político en general, los candidatos o precandidatos pueden asistir a eventos o reuniones privadas siempre y cuando no llamen al voto y los candidatos pueden dar entrevistas. Más allá de estas fronteras entre precampaña, campaña e intercampaña que aún discute el INE, éste puede ser un tiempo en el que los partidos, las distintas coaliciones y los candidatos y sus equipos puedan reflexionar lo que han hecho hasta el momento en términos autocríticos; evaluar el rumbo y el contenido de la campaña; integrar equipos; establecer los tiempos y diseñar la estrategia de las coaliciones con los partidos aliados; definir las prioridades electorales, afinar los mensajes, etc. Al diseñar las campañas, las diferentes coaliciones deberán de tener en cuenta que la contienda estará marcada por una confrontación abierta entre el statu quo y el cambio, teniendo como eje los graves problemas que aquejan al país. Así en esta confrontación recordemos a José María Maravall en su libro “La Confrontación Política”, el cual resulta muy útil en cuanto a la estrategia de campaña. En su libro, establece razones estratégicas del consenso, afirmando que los ciudadanos votan por aquellos cuyo programa es más cercano a sus preferencias políticas, lo que implica que conozcan el programa y lo comparen lo que haría un voto racional, lo cual no es así porque requiere coincidencia ideológica y propuestas transversales y segmentadas. Así, establece Maravall, que prevalecen las políticas de contraste, las más polarizadas en donde el que vaya perdiendo en búsqueda de una mayoría alternativa modifica su programa político acercándolo a las preferencias del votante mediano, si las preferencias ideológicas se mantienen estables y el partido en el poder pierde su capacidad para gobernar, entonces el electorado en general preferiría las políticas de oposición. Hasta hace unos años, los ciudadanos no cambiaban su voto debido a las estrategias de los partidos, lo que prevalecía era la lealtad partidista, es decir: el voto duro ¿existe esto hoy en día? El autor afirma que los temas transversales son aquellos que generan consenso en el electorado: la corrupción, por ejemplo, y por el contrario, el apoyo respecto de temas posicionales, en los que la opinión se divide, procederá sólo de una parte del electorado, por ejemplo la despenalización del aborto. Lo usual debe ser que los partidos y sus candidatos incluyan en su oferta electoral tanto temas transversales como temas posicionales, pero que esta combinación se base en temas distintos a los de sus adversarios. Sin embargo, como la política es cada día menos ideológica, la introducción de temas transversales en la competencia electoral incrementa el consenso político: todos quieren lo mismo, la única cuestión es quién lo haría mejor, y quienes tienen la autoridad moral para plantearlos”.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/samuel-aguilar-solis/la-confrontacion-politica

Cambios de piel. Ideologías

Hector Aguilar Camín escribe que el sistema de partidos de la democracia mexicana está cambiando de piel ante nuestros ojos: “Nos quejamos todos los días de sus metamorfosis, como si añoráramos a la vieja serpiente. Un asunto de continua sorpresa es el chapulineo, del que hablé ayer: políticos que se cambian de partido como se cambian de camisa. Otra fuente de escándalo es la de las supuestas renuncias a convicciones ideológicas para cruzar de un campo a otro. Las convicciones ideológicas no han sido nunca centrales en la política mexicana. Salvo por los muy pocos que han tenido y expresado ideas, las identidades ideológicas no tienen realidad tangible ni en la discusión dentro de los partidos ni en los debates dentro del Congreso ni en el ámbito de la opinión pública. ¿Hubo alguna vez partidos con ideologías claras en México? ¿Partidos que merecieran la etiqueta de izquierda, derecha o centro? ¿Partidos liberales, conservadores, socialdemócratas, socialcristianos? Creo que no. Ninguno que sostuviera con claridad su ideología. Quizá, en la izquierda grupuscular anterior a la democracia: comunistas, trotskistas, maoístas. Fuera de esa prehistoria, la ideología y la identidad partidarias han sido sombras sin cuerpo en la democracia mexicana. La primera, la ideología, porque nunca existió realmente. La segunda, la identidad partidaria, porque la han desbaratado las necesidades políticas electorales. Cuando un político dice hoy que tiene convicciones no puede explicar ni podemos saber de qué habla. Lo que tiene son creencias y compromisos. En el mejor de los casos, tiene causas, porque, en el mejor de los casos, ha dicho que cree en esto y en aquello. Puede, sin embargo, mudarse de trinchera partidaria y confiar en que nadie recordará demasiado aquello con lo que estaba comprometido. La disolución de las identidades partidarias, favorecida por la competencia electoral, ha corroído el viejo sistema partidocrático, que nunca estuvo regido por compromisos con ideas, mucho menos con ideologías definidas. Lo nuestro, lo mexicano, ha sido el alineamiento político pragmático con lo que va sucediendo. Y lo que está sucediendo, a resultas de este pragmatismo, es que nuestro sistema de partidos está en medio de un cambio mayúsculo que no sabemos ver porque lo vemos con lentes viejos”.

http://www.milenio.com/firmas/hector_aguilar_camin_dia-con-dia/ideologias-partidos_politicos-democracia-chapulineo-pragmatismo_18_1129867019.html

AMLO y el combate a la corrupción

Leo Zuckermann en Excélsior escribe acerca de la propuesta de López Obrador para erradicar la corrupción. Hasta ahora el único que ha puesto propuestas concretas sobre la mesa: “Hasta ahora, quien ha desarrollado una propuesta más amplia es López Obrador. Su libro —2018 La salida. Decadencia y renacimiento de México— comienza reconociendo a la corrupción como el principal problema del país. En consecuencia, propone varias medidas que luego se retomaron y ampliaron en “El Proyecto de Nación 2018-2024” (PN) que presentó Morena el pasado 20 de noviembre. AMLO ha repetido mil veces que su gobierno será honesto porque él, como Presidente, será honesto. La corrupción se erradicará por el ejemplo del que está en la cima del poder nacional. Este voluntarismo también aparece en el PN: “Erradicar la corrupción depende, en gran medida, de la voluntad política y la capacidad de decisión del titular del Ejecutivo y de la autoridad moral de los gobernantes. Si el Presidente es honesto, ese recto proceder tendrá que ser secundado por los demás servidores públicos”. Algo ayuda, supongo, que el Presidente sea honesto para tener menos corrupción gubernamental. Pero es una simpleza pensar que este problema, tan enraizado en nuestro país, se resolverá sólo por tener un mandatario honesto. No. Como lo ha demostrado la experiencia internacional, en países y regiones donde antes había gran deshonestidad y que le dieron la vuelta, el problema se resuelve construyendo instituciones dedicadas a prevenir, descubrir y castigar la corrupción. El PN presentado por AMLO habla de varias de estas medidas. (…)  Reformar el artículo 108 de la Constitución para eliminar el fuero al Presidente para que pueda ser juzgado, al igual que otros altos funcionarios públicos, por el delito de corrupción. Establecer la obligación legal y moral de publicar la declaración patrimonial, la declaración de intereses y la declaración fiscal de todos los servidores públicos. Ciudadanizar y otorgar autonomía total de los órganos de combate a la corrupción, promoción de la transparencia e impartición de justicia. Colaborar internacionalmente para combatir los paraísos fiscales. Endurecer los controles del sistema bancario sobre lavado de dinero.

Investigar y cancelar a las empresas fantasma. Auditar los bienes inmobiliarios en Estados Unidos de personajes mexicanos provenientes de la política y los altos negocios… (…) Como puede verse, sí hay carnita que analizar y debatir. Desgraciadamente, no puede decirse lo mismo de los otros candidatos presidenciales que no han presentado propuestas concretas. Mañana hablaré de eso”.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/leo-zuckermann/2018/02/27/1223016

El peligro para México

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero que la campaña de José Antonio Meade lanzó un nuevo spot dirigido contra Andrés Manuel López Obrador: “En él incorpora una secuela de actos de violencia en las calles de la Ciudad de México y una batería de contrastes entre el país que, en su interpretación, busca cada uno de los candidatos. El spot busca sembrar el miedo en la mente del electorado, evocando aquél mensaje en la contienda presidencial de 2006 que llamaba a López Obrador “un peligro para México”. El nuevo spot es un absurdo por cuanto al efecto que quiere causar. La pregunta hoy en día sobre a quién realmente consideran los mexicanos que es un peligro para México, no sólo sorprendería a muchos, sino muestra el error táctico de la campaña de Meade. El spot de la campaña de Meade apunta hacia el estímulo de la aversión al riesgo, pensando que los mexicanos tienen en esa casilla a López Obrador. La aversión al riesgo se da principalmente cuando las cosas –políticas, económicas y sociales– marchan por buen camino. (…) Quienes tienen más aversión al riesgo son aquellos que tienen más que perder. Se puede argumentar entonces que quienes reconsiderarían más su voto serían quienes están mejor educados y tienen niveles socioeconómicos por encima de la media. Si tomamos en cuenta las encuestas, tampoco es López Obrador quien sale peor librado. En la última medición de la empresa Buendía&Laredo publicada en El Universal, en enero, la población con mayor escolaridad y mejores ingresos apoyaban a López Obrador en un 32%, contra 18.4% que respaldaban a Meade. En términos de violencia, las imágenes proyectadas son parte del paisaje nacional, cuya gravedad no es responsabilidad de López Obrador, sino del gobierno del presidente Peña Nieto. Los camiones incendiados y los radicales que aparecen en el spot no provocan lo que pretendía el anuncio, sino traen a la mente la violencia por el narcotráfico desbocado, producto del colapso de la estrategia del gobierno, cuyos números en homicidios dolosos son 20% superiores a los que tenía el expresidente Felipe Calderón, y significan el máximo alcanzado en la historia. (…) El spot también utiliza dos figuras sindicales recientemente reclutadas por López Obrador, la maestra Elba Esther Gordillo y el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, para subrayar que el candidato de Morena camina hacia la impunidad y les va a perdonar sus delitos. (…) En la actualidad, se puede alegar, quien ha generado riesgos para los mexicanos no es López Obrador, sino el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en materia de seguridad, en incertidumbre económica y en los niveles de impunidad galopantes. Recurrir al miedo fue una estrategia que se utilizó en 2006 por la campaña de Calderón, en un entorno donde los negativos de López Obrador eran prácticamente iguales, o superiores, a los de su adversario. Hoy, las cosas han cambiado. La misma encuesta mostró que el 25% tiene una mala imagen de López Obrador, contra 24% que tiene de Meade. La diferencia es que el candidato de Morena tiene 49% de imagen positiva, por 19% del candidato oficialista. (…) Meade, en tanto más lo conocen, más gente piensa mal de él, quizás no por él, sino por los lastres que arrastra de la desaprobación del Presidente –casi 80%–, y de la carga que significa el PRI –más de 55 dicen que votarán contra ese partido. El spot es un nuevo lance fallido. (…) Pero esto no es novedad. En la campaña del candidato oficialista, la equivocación ha sido la constante. La prueba contundente la dio la encuesta de Buendía&Laredo cuando preguntó: “¿Cuál de los siguientes escenarios cree que sería el peor para México”? El 65% respondió PRI; el 27%, López Obrador. Más grave aún es que la tendencia contra el PRI sube sin freno”.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/el-peligro-para-mexico

Temprano se judicializa la elección

Julio Hernandez López, escribe en La Jornada que de manera preocupante se ha comenzado a judicializar el proceso electoral mexicano: “Ya no hay que esperar, como en otras ocasiones, a que el conflicto por la vía judicial estalle después del depósito ciudadano de votos en las urnas: ahora está llegando a temprana la hora de los fiscales y los jueces, con el aparato del PRI-gobierno y sus aliados volcado en el aplastamiento político y mediático del panista Ricardo Anaya Cortés (cuyo lema, parafraseando al del partido blanquiazul, podría ser: Por un patrimonio inmobiliariamente generoso y una vida mejor y más digna para mí y mi familia) y, en un revire sumamente retador, con los anayistas y sus actuales compañeros de viaje (perredistas y emecistas) demandando investigaciones y castigo a José Antonio Meade bajo la acusación de que fue cómplice de maniobras lesivas del erario federal, testigo complaciente y acomodador de circunstancias en relación con estafas maestras. Lo dicho ayer por Damián Zepeda, el contlapache a quien Ricardo Anaya dejó como presidente interino del PAN, señala, con vocación de apertura de una averiguación previa sobre el asunto, que Meade es cómplice o actuó de manera directa en el desvío de mil millones de pesos mientras estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Tres casos concretos de irregularidades susceptibles de castigo señaló Zepeda, a quien no acompañaron sus homólogos. Es decir, no asistió Manuel Granados, sino el secretario general del PRD, Ángel Ávila, y tampoco estuvo Dante Delgado, sino Alejandro Chanona, miembro de la Comisión Operativa del partido Movimiento Ciudadano. La guerra de lodo entre los antiguos aliados parecería dejar como solitario competidor (solo contra sí mismo) a Andrés Manuel López Obrador, pues el queretano de 39 años podría pasar a tocar el ukulele en alguna celda federal, si los expedientes de la Procuraduría General de la República fueran llevados a su fase extrema, y el pentasecretario cuasi priísta, hasta ahora intocado expresamente en temas de corrupción personal, podría ser castigado por sus acciones y omisiones ante formas de defraudación que vio pasar y no denunció ni frenó con contundencia y en las que incluso, según el frente PAN-PRD-MC, habría tenido formas de complicidad directa. Pero el aparato de procuración de justicia que maneja Los Pinos está obsesionado con focalizar como único acto de corrupción punible de todo el sexenio lo sucedido con el panista Anaya, con la abierta intención de sacarlo de su carril y colocar ahí, como segundo lugar de la competencia, al favorito de Palacio, el citado Meade. Por otra parte, esta precoz judicialización del proceso judicial ayuda a enturbiar el ambiente político y cívico e incluso a generar una malintencionada deslegitimación de las elecciones (en las que aparece López Obrador como puntero de apariencia imbatible), brotando en algunos espacios de opinión la oportuna reflexión respecto a lo viable o inviable que está resultando este proceso electoral.

http://www.jornada.unam.mx/2018/02/27/opinion/008o1pol?partner=rss

Coparmex reclama a EPN que gaste más en publicidad que en educación, salud y desarrollo social

El equipo de Redacción de sin embargo, escribe hoy sobre el reclamo de COPARMEX por el gasto en publicidad gubernamental: “La Coparmex reclamó que mientras en este sexenio el gasto en publicidad aumentó 71 por ciento más del presupuesto que se tenía autorizado para este rubro, se contrajeron o se mantuvieron prácticamente iguales los presupuestos en sectores vitales como educación, salud y desarrollo social. El sector empresarial reclamó al Presidente Enrique Peña Nieto su falta de compromiso para regular la publicidad oficial: “México requiere una ley que limite el gasto, defina objetivos, sistematice su asignación, transparente su ejercicio y erradique la discrecionalidad y la opacidad que hoy impera”.

http://www.sinembargo.mx/26-02-2018/3390444

Llamado a tiempo

En el mismo sentido, en Frentes Políticos de Excélsior: “La cúpula empresarial se adhiere al reclamo de toda la sociedad para que mejore el nivel del proceso electoral. La iniciativa privada, en voz de Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, llamó a los candidatos presidenciales, y a quienes aspiran a un cargo de elección popular, a respetar las instituciones y la democracia. Castañón aseguró que el CCE pretende promover una agenda de desarrollo para los próximos años. “Somos ciudadanos que invertimos y confiamos en el país para generar negocios y empleos, por ello seremos parte de las discusiones del proceso electoral”, mencionó. La democracia es asunto de todos. No perder de vista”.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2018/02/27/1223021

Lo de Meade son las “propuestas”

En la columna Trascendidos Trascendió de Milenio se escribe respecto al cumpleaños 49 de Meade que: “Que el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, celebrará su cumpleaños 49 trabajando en las propuestas que hará durante la campaña. A diferencia de su contrincante, Ricardo Anaya, quien el 25 de febrero celebró su cumple haciendo críticas a través de redes sociales, el ex secretario de Hacienda solo tendrá reuniones privadas para después celebrar en familia. “Lo suyo es la propuesta y no el análisis de otras campañas”, dicen los de su equipo, aunque por lo menos ayer, desde el Partido Revolucionario Institucional no dieron reposo al panista con el envío de videos y mensajes como eso de que miente y solo quiere desviar la atención”.

http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_1129867023.html?print=1

Anaya y Meade alistan maletas para los EUA

En Reforma, Templo Mayor, escribe sobre la posibilidad de que Anaya y Meade viajen a EUA a entrevistarse con empresarios: “Mientras Donald Trump le hace berrinche por teléfono a Enrique Peña, los que ya preparan maletas para viajar a Washington son Ricardo Anaya y José Antonio Meade. Ambos candidatos andan cuadrando fechas y agendas para reunirse con académicos y analistas de think tanks. Falta saber si tendrán contacto con funcionarios. A ver si a Anaya y a Meade les va mejor que a Andrés Manuel López Obrador, que el año pasado se reunió con financieros de Wall Street y no causó muy buena impresión”.

http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?id=130077&urlredirect=http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=130077

Anuario de la corrupción en 2017

En la revista Nexos, Ricardo Alvarado y Sofía Ramírez Aguilar nos comparten un recuento de la corrupción: “México ocupa el lugar 123 de un total de 176 países en el Índice de Percepción de la Corrupción, es decir, sus habitantes diariamente conviven con la impunidad en pequeña y gran escala. Una gélida verdad que ha llevado a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad a presentar este meticuloso recuento de hechos donde se habla de servidores públicos detenidos, extraditados o prófugos; enriquecimientos ilícitos; millonarios desvíos de recursos; sobornos de empresas transnacionales a funcionarios de alto nivel. México cayó 28 posiciones entre un año y otro en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, pasando del lugar 95 al 123 de 176 países. En otras palabras, en México creemos que la percepción de la corrupción no sólo no mejora, sino que empeora a pesar de los cambios institucionales. En años recientes hemos observado importantes acciones para reducir la impunidad en la región: los ejemplos de Brasil, Perú, Guatemala y Colombia son muestra clara de que es posible transformar las instituciones y disminuir tanto la corrupción como la percepción de su incidencia. Durante 2017 en México se aprehendió a cinco ex gobernadores (Javier Duarte, Roberto Borge, Flavino Ríos, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández); uno salió bajo fianza (Flavino Ríos) y uno es reclamado por la justicia en Chihuahua (César Duarte). Sin embargo, por lo observado en los procesos judiciales que se siguen en su contra, no es posible afirmar que se estén desmantelando sus redes de protección, garantizando con ello un alto grado de impunidad. Tristemente, en nuestro país sigue siendo noticia que sólo un prestanombres fue detenido, o que el fuero legislativo es usado por personajes corruptos”.

https://www.nexos.com.mx/?p=35899

@loscabareteros