Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del sábado 21 de octubre de 2017. El otro fiscal de la discordia… La sorpresiva destitución de Santiago Nieto como titular de la FEPADE es un duro golpe a la certeza jurídica y la credibilidad de las instituciones en la era Peña Nieto. Alberto Elías Beltrán, se echó la soga al cuello al destituir al fiscal electoral… Midiendo a Margarita.
Rayuela
¿Es así, entre dimes y diretes, como los que protagonizan el INE y el TEPJF, como se quiere promocionar el voto?
http://www.jornada.unam.mx/2017/10/21/
El otro fiscal de la discordia
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe sobre las posibles causas que provocaron el despido de Santiago Nieto de la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Electorales, que en sentido estricto está bien aplicada luego de que Nieto revelara información que estaba siendo utilizada en una investigación, aunque también está la posibilidad de que sea una venganza del Partido Revolucionario Institucional que hasta apenas pudieron cobrar, por lo que escribe que: “todavía resonaban los ecos por la salida sorpresiva de Raúl Cervantes, que puso fin a la ruidosa discusión del #FiscalCarnal y el polémico pase automático, y ayer, desde la agonizante Procuraduría General de la República, el encargado de despacho, Alberto Elías Beltrán, dio un manotazo jurídico con repercusiones políticas, al despedir de manera fulminante al fiscal Especializado en Delitos Electorales, Santiago Nieto Castillo. […]. La pregunta anoche era si se trató de una decisión política o estrictamente jurídica. El fondo político del despido era visto como represalia por la filtración de Santiago Nieto a un diario sobre el contenido de una carta en la que el ex titular de Pemex, Emilio Lozoya Austín, lo amenazó y le exigió ‘disculpas públicas’ por investigar un presunto financiamiento al Partido Revolucionario Institucional en el caso de los sobornos de Odebrecht; […]. Aunque desde la óptica oficial no hay duda del fundamento legal para despedir al titular de la Fepade, lo cierto es que para el Partido Revolucionario Institucional y Los Pinos, Nieto siempre fue un ‘fiscal incómodo’. En sus actuaciones se le veía ‘más allá de su función imparcial’ y desde hace tiempo se habría buscado una coyuntura o un error suyo para justificar su remoción. […]. En ese sentido, el resbalón legal que tuvo el fiscal, al haber revelado las presiones de Lozoya, en una carta que era parte de las indagatorias oficiales de la Fepade, fue aprovechado rápidamente por el gobierno y ejecutado por el encargado del despacho de la Procuraduría General de la República. Y ahí entra la duda: al decidir el cese sólo se buscó sancionar una violación al ‘debido proceso’, como argumentó Elías Beltrán, o también influyó la gran cercanía que el ex titular de Pemex tiene con el presidente Peña y la aparente protección que se le ha dado en toda la investigación de los sobornos del caso Odebrecht. […]. En todo caso, el tema Nieto y su remoción y posible restitución se inscribe claramente en la guerra política que ya libran el Partido Acción Nacional-Frente Ciudadano con el Partido Revolucionario Institucional-Los Pinos, y la batalla claramente es por ver cuál de las dos fuerzas se queda con el segundo lugar en la carrera presidencial y desde ahí busca desbancar al puntero López Obrador. Mucho de lo que veamos de aquí en adelante en materia política se explicará por esa lucha cada vez más cruenta y sin miramientos. […]”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/salvador-garcia-soto/nacion/el-otro-fiscal-de-la-discordia
Golpe a la credibilidad de la Fepade
Por su parte, en el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe sobre la destitución de Santiago Nieto como titular de la FEPADE y el golpe que genera en su credibilidad, pues después de que Santiago Nieto diera a conocer de presiones para que exonerara a ex funcionarios bajo investigación se dio la destitución, que deja mucho que pensar al respecto de quién tomó la decisión de separarlo de su cargo, por lo que nos comenta lo siguiente: “la sorpresiva destitución de Santiago Nieto como titular de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales (Fepade) es un duro golpe a la certeza jurídica y la credibilidad de la Fepade. Lo corrieron por balconear las presiones que recibió del cuestionado ex Director de Pemex, Emilio Lozoya, quien exigía lo exonerara públicamente de las acusaciones de desvío de recursos en la campaña electoral de 2012. Esta remoción debe ser revertida por los senadores en los próximos diez días hábiles. La Constitución les otorga esa facultad. Tienen allí la oportunidad de reivindicarse y caminar junto con la sociedad. La salida del titular de la Fepade logró unanimidad, pero en contra. No he escuchado una sola voz, a no ser la de su abogado Javier Coello Trejo, que se alce para defender a Lozoya. […]. No he escuchado voces que se alcen para defender a Lozoya. Muchas, eso sí, en contra de la polémica destitución. Comparto palabra por palabra el párrafo del comunicado que sacó la Coparmex alrededor de la destitución. ‘Sancionar a servidores públicos que han mostrado profesionalismo, ética y compromiso en la lucha contra la corrupción, encabezando investigaciones para transparentar el uso de recursos y prácticas en las campañas electorales, es muestra de un gobierno insensible a la urgencia de democracia que impera en la sociedad mexicana’. Al rechazo a la destitución se han sumado Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Fernando Herrera, Miguel Barbosa, Dolores Padierna, Javier Lozano, Diego Fernández de Cevallos y muchos otros más. Bueno, hasta el Instituto Nacional Electoral advirtió que puede generar condiciones de incertidumbre. […]. Es claro que la polémica destitución no es una decisión del recién nombrado encargado del despacho de la Procuraduría General de la República, Alberto Elías Beltrán, que mal empieza su chamba. El hombre justificó la remoción con el argumento de que Nieto violó la secrecía de las investigaciones en curso al dar a conocer la carta que le envió Lozoya para que lo exonerara públicamente del desvío de recursos. Muy gallo, aseveró que no permitirá que se viole el debido proceso en el caso Lozoya. O sea, el fiscal debe callar, aunque lo presionen para que exonere a un investigado. No es necesario un sesudo análisis para concluir que la instrucción le llegó de los cielos. […]”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/francisco-garfias/2017/10/21/1196143
Alberto Elías Beltrán, se echó la soga al cuello al destituir al fiscal electoral
Poco tiempo después de que se diera a conocer el despido de Santiago Nieto de la FEPADE, varias organizaciones de la sociedad civil y empresariales salieron en su defensa, además de que el propio Santiago Nieto se defenderá y buscará en el Senado. En el diario Reforma, y su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “mal comienza la semana al que ahorcan en lunes… y aunque fue en viernes, vaya que el flamante titular interino de la Procuraduría General de la República, Alberto Elías Beltrán, se echó la soga al cuello al destituir al fiscal electoral, Santiago Nieto. En minutos, organizaciones de la sociedad civil y empresariales expresaron su molestia con la remoción del funcionario que estaba armando un caso en contra del ex director de Pemex Emilio Lozoya. Y la lectura que hicieron varios colectivos es que el gobierno nomás no quería un fiscal actuando con independencia en el proceso electoral del 2018. Pero el asunto no acaba con el cese de Nieto, quien anunció que se defenderá acudiendo al Senado, que tiene la facultad de objetar su destitución. Saquen las palomitas, que se va a poner bueno”.
Sacudida
A los conflictos y discusiones que tienen en la actualidad los partidos políticos habrá que agregarles la destitución de Santiago Nieto, que a tan solo unas horas de estar separado de su cargo, ya generó diversas reacciones, casi todas en su favor. En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “la salida de Santiago Nieto Castillo, ordenada por la Procuraduría General de la República, creó un ambiente de tensión que no nos llevará a puerto alguno. Se dio por órdenes del encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán, quien dijo se debió a que violó el código de conducta del órgano. El Partido Acción Nacional rechazó la destitución, por considerarla autoritaria y contraria a la procuración de justicia imparcial y objetiva. Esta decisión enrareció el ambiente de cara a la elección presidencial de 2018, al dar la impresión de que se pretende tener un titular de la Fepade ‘a modo’. El perredista Guadalupe Acosta tiene su lectura: ‘Mi solidaridad con Santiago Nieto, quien se desempeñó con autonomía y profesionalismo. Su nombramiento lo realizó el Senado, su remisión, un encargado de despacho’. Ojo: podría regresar. Y esto apenas comienza”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/10/21/1196152
Tremendo lío con el fiscal Nieto
Luego de la decisión de destituir a Santiago Nieto de la Fepade, las reacciones de los partidos de oposición no tardaron en aparecer, por lo que se espera una larga disputa porque se regrese el puesto de Fiscal a Santiago Nieto, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “apenas con cinco días como encargado del despacho en la Procuraduría General de la República, el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, Alberto Elías Beltrán, armó un debate político con harto combustible para los partidos de oposición en medio de una anticipada batalla electoral por la Presidencia de la República, y un alegato jurídico sobre sus facultades al frente de la institución. La determinación de cesar al titular de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales, Santiago Nieto, por ‘transgredir’ el código de conducta de la procuraduría, levantó cejas dentro y fuera. Nos hacen ver que el caso Nieto apenas comienza y el Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y, por si fuera poco, Morena van a intentar llevar la discusión al Pleno de la Cámara de Senadores para evitar la remoción del fiscal. ¿Pero qué necesidad?, se preguntaría El Divo”.
2018: ¿la ultraderecha al poder?
En Milenio, el periodista Hugo García Michel, escribe sobre la posibilidad de que un gobierno de ultraderecha llegue al poder a México en las próximas elecciones: “la amenaza de que la ultraderecha gane las elecciones presidenciales del año próximo es en estos momentos algo no solo posible, sino muy probable. Un proyecto retrógrada y ultramontano que aboga por la regresión, por negar la modernidad, la democracia y la libertad de expresión podría llegar al poder e instaurar un gobierno intolerante, autoritario y hasta represivo. Hablo de un esquema de dominación que no solo busca volver a tiempos que ya creíamos superados, […] sino además de un propósito de acabar con varios de los logros que con demasiadas dificultades y a paso lento hemos conseguido como sociedad de 1997 a la fecha. Por un lado, conquistas civiles más o menos recientes, como el derecho al matrimonio igualitario, el reconocimiento de la identidad de género y la despenalización del aborto o garantías individuales como la libertad de opinión y la libertad de prensa podrían estar en riesgo con la ascensión de un régimen autocrático y despótico, […]. En un mundo en el que términos como izquierda y derecha se han vuelto tan equívocos y relativos, esta propuesta reaccionaria no vendría necesariamente de los tradicionales sectores de la derecha mexicana, sino de un grupo que a lo largo de los años más recientes ha mostrado su vocación por la consigna lapidaria, el dogma atrabiliario y la división sin matices de nuestra sociedad en dos bandos: los buenos (ellos) y los malos (quienes no simpatizan con ellos). He ahí el mayor peligro: que bajo el disfraz de oveja progresista se oculte en realidad el de un lobo ultrarregresivo a la espera de la revancha y de imponer una visión enloquecida y cuasi religiosa de su verdad absoluta. […]. ¿Política ficción? Por desgracia, no”.
Dos buenas ideas para el plan B
Jorge G. Castañeda, sobre el TLCAN, escribe en El Financiero que: “Ahora que el TLCAN parece naufragar, comienzan a proliferar diversas ideas para el mentado plan B. Todas las que se centran en diversificar nuestras relaciones comerciales no me convencen; sucede lo mismo con las tesis del mercado interno (de dónde van a salir los mexicanos que compren los tres millones de automóviles que exportamos cada año). Pero hay dos que me gustan, que escuché en voz de mexicanos en Washington y de exdiplomáticos mexicanos en México, a quienes no voy a ventanear, salvo para decir que son inteligentes y perspicaces, con experiencia en estos asuntos, y muy bien conectados en la capital del ‘imperio’. La primera es más bien de orden táctica, y se refiere al dilema de la mesa de negociación y quién debe levantarse primero. Como se sabe, existen dos planteamientos antagónicos: uno –el que importa– el del gobierno y de los empresarios, de que México no debe pararse primero, y debe endilgarle el costo de una hipotética ruptura a Estados Unidos; otro, que creo que sólo sostengo yo, en el sentido de que si las autoridades saben a ciencia cierta que Trump quiere reventar el TLCAN, debemos ser nosotros quienes nos levantemos antes, escogiendo el momento, el lugar, el motivo y la narrativa que más nos convenga. Pero hay una tercera opción, quizás mejor que las dos citadas. Consiste en lo que podría resumirse con la consigna de Trotsky –rechazada al final por Lenin– en Brest-Litovsk, a propósito de las negociaciones entre la recién nacida Unión Soviética y Alemania: ni paz ni guerra. Si se llega a la conclusión de que Estados Unidos (EU) no quiere ningún acuerdo, mas tampoco invoca la cláusula de derogación del TLCAN (apartado 2055), México debe anunciar que no existen condiciones para negociar en la mesa, pero que va a llevar su causa, su caso, su agenda, a la sociedad norteamericana para que ésta convenza al gobierno estadounidense de volver a la mesa con buena fe. Las autoridades mexicanas, los empresarios, los artistas, los académicos, los comunicadores, se desplegarían por toda la Unión Americana difundiendo el mensaje mexicano, concentrándose en el Congreso, los medios, las universidades, las asociaciones empresariales locales, los clubes de Rotarios, Leones, Kiwanis y cuantas organizaciones haya, obviamente dirigiéndose a las comunidades hispanas, pero no sólo a ellas ni mucho menos. En el peor de los casos, el esquema nos serviría para otras cosas y causas, y para después. En el mejor de los casos, Trump recapacitaría. Se trataría de un esfuerzo público, sostenido y claro: no quieren negociar, nosotros sí, pero así no. Una duda: sé que podemos hablar bien del camello, pero no sé si tengamos camello. No veo más agenda comercial mexicana que la defensa del statu quo, como dijo Paul Krugman en el diálogo que sostuvimos en la UNAM el jueves. Segunda buena idea del plan B: la legislación mexicana, acompañada de arbitrajes internacionales vinculantes y obligatorios. Muchos lo hemos repetido desde 1992: el TLCAN fue ante todo una decisión –más o menos desesperada– para blindar la política macroeconómica, para dar certidumbre y para ofrecer seguridad jurídica a los inversionistas, extranjeros y nacionales. Sin TLCAN, no se ve muy bien cómo garantizar todo esto. Un remedio subóptimo, pero mejor que nada, consistiría en incorporar a las leyes mexicanas internas todo lo que está en el TLC (por ejemplo, investor-state dispute settlement) y no que se encuentra en dicha legislación, pero sometido, por decisión mexicana, a diversos instrumentos de arbitraje internacional. El arbitraje tendría que ser obligatorio, es decir, que el gobierno de México, por ejemplo, no podría negarse a él, y vinculante, es decir, el gobierno de México se vería obligado a aceptar los fallos (a diferencia, por ejemplo, de lo que hizo en el caso de José Gutiérrez Vivó y los Aguirre en 2005). En lugar de atarnos las manos con cuerdas canadienses y norteamericanas, nos las amarraríamos con mecates mexicanos. No es lo ideal, pero no está mal. Mi duda: ¿lo aceptaría el Congreso? Tarea para el Frente.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/dos-buenas-ideas-para-el-plan-b.html
La isla maltratada
Han pasado la algunas semanas desde que la isla de Puerto Rico se vio severamente afectada por el paso del huracán y comienza poco a poco a ponerse en pie y reactivar sus actividades, aunque un momento que no olvida, la forma en que Trump entregó ayuda, en Puerto Rico, les pareció a muchos muy desagradable, por lo que en Reforma, el periodista Jorge Ramos, escribe que: “Puerto Rico ha sido doblemente maltratado. Primero por el huracán María y luego por el Presidente Donald Trump. […]. La lentitud inicial fue totalmente incomprensible. Y cuando Trump fue confrontado al respecto, lo único que hizo fue recordarnos que se trataba ‘de una isla en la mitad del océano y es un océano muy grande’. Luego, bajo enorme presión, decidió viajar a Puerto Rico. Pero su presencia física solo reforzó la impresión de que Trump no estaba tratando a los tres millones y medio de ciudadanos estadounidenses que viven en Puerto Rico de la misma manera que a las víctimas de los huracanes Harvey en Texas e Irma en la Florida. Mostrando muy poca empatía, Trump lanzó rollos de papel toalla a algunas de las víctimas del huracán María en San Juan. No solo eso. Lo hizo como si estuviera tirando pelotas de basquetbol. Esa fue una patente falta de respeto para los puertorriqueños. Trump jamás hubiera hecho lo mismo en Houston o en Miami. […]. La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, me dijo que había quienes querían ‘cambiar el discurso y ocultar el fracaso’ de la ayuda estadounidense a Puerto Rico pero que para ella era una cuestión ‘de vida o muerte’. Las múltiples críticas de la alcaldesa no le gustaron al Presidente y la acusó de ser ‘nasty’ o desagradable con él. Pero ella le contestó: ‘Lo que es nasty es que se dé la espalda al pueblo puertorriqueño’. […]. Mientras el Presidente se da palmaditas en la espalda, en la isla enfrentan un futuro desolador. Tendrán que pasar años para recuperarse de los daños. Y la terrible situación financiera de esta colonia de Estados Unidos no favorece a nuevas inversiones ni a la creación de trabajos. Si las mismas condiciones que hay actualmente en Puerto Rico se estuvieran viviendo en Texas o la Florida, sería un escándalo a nivel nacional. En otra señal más de discriminación e injusticia, los puertorriqueños en la isla no pueden votar en elecciones presidenciales. Pero los puertorriqueños en la Florida y en otros estados sí lo pueden hacer. Actualmente hay un verdadero éxodo a la Florida y me pregunto ¿cómo van a votar esos puertorriqueños cuando Trump les pida su voto para reelegirse en el 2020? ¿Se acordarán del papel toalla?”.
Midiendo a Margarita
Alejandro Moreno, escribe en El Financiero, sobre las encuestas para medir conocimiento y preferencia de Margarita Zavala, luego de su renuncia al PAN: “Aún no podemos evaluar las encuestas por su exactitud en 2018; para eso habrá que esperar los resultados de la elección presidencial. Pero sí podemos ir viendo su nivel de precisión. Para entender la diferencia, apelo a uno de los estadísticos de moda, Nate Silver, quien dice que la exactitud (accuracy) tiene que ver con la desviación de las estadísticas respecto al parámetro poblacional, que en este caso sería el resultado oficial de la elección. La precisión (precision) se refiere a la dispersión de las estadísticas producidas, en este caso por las diversas encuestas. Una mayor precisión significa que sus resultados sean más o menos coincidentes. Bajo ese criterio, las encuestas publicadas desde el 6 de octubre, día en que se anunció la renuncia de Margarita Zavala, han sido muy imprecisas. Hasta el miércoles 18 de octubre se habían publicado nueve encuestas diferentes sobre el tema de la renuncia, de las cuales siete midieron el apoyo a Zavala en formato careo (horse race), seis de ellas como candidata independiente y una como candidata para el Frente Ciudadano. En porcentaje efectivo, la preferencia por Margarita que arrojan esas encuestas va desde 9.0 hasta 34 por ciento. Este rango no sólo resulta confuso, sino que muchos podrían verlo como inaceptable. Un problema es que las encuestas siguen empleando escenarios hipotéticos distintos, aunque estas discrepancias se dan en los escenarios más comparables. Podrían ser peores. El modo de realización también está causando mucha variación. De todas esas encuestas, tres se hicieron cara a cara en vivienda (EL FINANCIERO, El Universal, Buendía & Laredo), cuatro por vía telefónica (dos encuestas de CGE, una BGC-Excélsior y una Reforma), y dos por medio de Facebook (SDP Noticias-México Elige). Las telefónicas son las que arrojan porcentajes más altos de apoyo a Zavala, como indica la que GCE dio a conocer el 17 de octubre, donde Margarita obtiene 34 por ciento de las preferencias efectivas, nueve puntos por arriba de lo que mostró esa misma empresa una semana antes. Las encuestas de vivienda dan un porcentaje más bajo a la hoy expanista: 9.0 por ciento efectivo en el sondeo de Buendía & Laredo y 16 por ciento en la que hicimos para EL FINANCIERO, aunque la discrepancia entre ellas no es menor: siete puntos. Las encuestas de Facebook, tanto antes de la salida de Margarita, como la posterior a la renuncia, le dieron resultados a la expanista de entre 14 y 15 por ciento. En esa encuesta la renuncia no cambió nada. Hubo dos encuestas telefónicas que se enfocaron al tema pero no ofrecieron una medición del apoyo a Margarita, aunque sí tuvieron discrepancias en su lectura de datos. Mientras que Excélsior cabeceó “Salida de Zavala debilita al PAN”, Reforma optó por “Afecta poco renuncia de Margarita”. La hechura de las encuestas ha sido imprecisa, pero la lectura de encuestas ha sido contradictoria. Las mediciones del apoyo a Margarita han sido hasta ahora erráticas. Veremos si las encuestas van mejorando en precisión en las siguientes semanas, aunque mientras no haya candidatos completamente definidos podríamos seguir este patrón de potencial confusión un rato más”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/midiendo-a-margarita.html
@loscabareteros