Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del miércoles 10 de mayo de 2017. ¿Qué sucedería si Delfina Gómez gana en el Estado de México? La maestrita: lo que se vio anoche, es que parecen muy preocupados por exhibir y frenar a la candidata de Morena… Delfina Gómez asumió su papel de puntera buena ondita, simplemente capoteando los ataques…
Rayuela
¿De quién es la responsabilidad de que sucesos como el de Puebla se repitan sin fin?
http://www.jornada.unam.mx/2017/05/10/
El infierno para Peña
¿Qué sucedería si Delfina Gómez gana en el Estado de México? A la pregunta hipotética ya hay varias respuestas. La derrota del PRI significaría la primera alternancia en la cuna del Grupo Atlacomulco, la aristocracia del régimen. Sería un duro golpe a las aspiraciones presidenciales del equipo que encabezan el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y el gobernador Eruviel Ávila. Mandaría igualmente el poderoso mensaje hacia el interior del PRI sobre el capital agotado del presidente Enrique Peña Nieto para ganar una elección, que podría acelerar la diáspora. Pero hay algo mucho más grave de lo que no se está hablando. Una victoria de la candidata de Morena puede significar la entrada a la pesadilla judicial del presidente Peña Nieto, a más de un año de finalizar su sexenio. No se puede descartar como escenario, que el triunfo de Gómez tenga como una primera acción con objetivos políticos claros, el arranque de la persecución penal contra los mexiquenses por corrupción y mal uso del poder. Prospectos abundan, debido a la decisión de Peña Nieto de gobernar mayoritariamente con mexiquenses, que en la coyuntura actual muestra vulnerabilidades inexistentes con anterioridad ante el avasallamiento de sus paisanos en el gobierno federal. El inicio de procesos contra exfuncionarios mexiquenses que ocupan actualmente cargos en el gabinete federal, no significaría necesariamente una tentación revanchista de Gómez, su jefe político, Andrés Manuel López Obrador, pero sí se convertiría en una bandera de campaña excepcional rumbo a 2018. ¿Qué mejor cruzada contra la ‘mafia del poder’ que llevar a juicio a algunos de sus personeros acusados de corrupción? Este fenómeno no fue un factor en la anterior campaña presidencial, ni nunca antes lo había sido. No es así ahora, donde la corrupción se ha convertido en una variable indisoluble de las campañas electorales y que ha ayudado a definir elecciones contra el PRI. López Obrador y Gómez han ventilado públicamente algunos temas de alto impacto relacionados con corrupción. Los principales tienen que ver con las constructoras OHL, la española y su filial mexicana, y la brasileña Odebrecht, donde los nombres que se asocian con ellas son los de Gerardo Ruiz Esparza, el secretario de Comunicaciones y Transportes, y Emilio Lozoya, exdirector de Pemex. Ruiz Esparza ocupó el mismo cargo en el Estado de México, cuando el gobernador era Peña Nieto, y Lozoya estuvo en el equipo de mayor confianza en la campaña presidencial de 2012. (…) Un golpe maestro sería iniciar una investigación al propio presidente Peña Nieto. Es cierto que tiene fuero, pero que Gómez dijera que esperará a verse las caras el 2 de diciembre de 2018, sería suficiente material para el linchamiento. Ciertamente lo escrito aquí es un escenario político. También lo es que este infierno se puede evitar, o cuando menos aplazar por un tiempo, siempre y cuando la candidata de Morena pierda la elección, y el candidato del PRI, Alfredo del Mazo, triunfe”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-infierno-para-pena.html
La maestrita
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “lo que se vio anoche, en el segundo debate de los candidatos del Estado de México, fue que, aunque las encuestas digan que son dos los ‘punteros’ en la carrera por la gubernatura, Alfredo del Mazo y Delfina Gómez, en realidad la mayoría de los aspirantes, incluido el priísta, parecen muy preocupados por exhibir y frenar a la candidata de Morena, a quien llaman despectivamente ‘la maestrita’. como si, por encima de la poderosa estructura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el millonario gasto que acompaña a su candidato, las alarmas estuvieran prendidas en torno a un posible triunfo de Delfina y más que de ella, de quien impulsa y apadrina su candidatura: Andrés Manuel López Obrador. Porque salvo Josefina Vázquez Mota […], el resto de los aspirantes parecieron enfocar sus baterías en la abanderada de Morena como ‘la candidata a vencer’ en las últimas tres semanas que quedan a las campañas mexiquenses […]. La ‘maestrita’ que se convirtió en la más aludida y golpeada de la noche, incluso por la candidata “independiente” Teresa Castell[…]. Delfina Gómez ni mejoró ni empeoró […]. Delfina es sólo Delfina, una ‘maestrita’, como ella misma se autodefine, que se vistió y se maquilló para el debate como lo haría cualquier señora mexiquense de clase media baja, y que con algunas propuestas de programas con nombres rimbombantes, quiso reafirmar que sí es ‘una gente como tú’, pero que sí tiene la capacidad que le cuestionan sus detractores para gobernar, aun cuando sea bajo la sombra de López Obrador. ¿Ganadores del debate? Varios: Del Mazo y Delfina, que se mantienen y flotan en la punta sin convencer demasiado; Josefina, que mejora, pero no tiene la “gran noche” que necesitaba para revivir en la contienda; y Juan Zepeda que intenta trotar como ‘caballo negro’ hacia la punta, pero sin quitarse aún del todo el freno misterioso y oficial que parece controlarlo”.
Contra Delfina
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “¡Vaya! Como que ya les cayó el veinte a los candidatos que están peleando por la gubernatura del Estado de México y no por la Jefatura de Manzana. En el debate de anoche se les vio un poquito más intensos e interesados. Lo curioso fue que, como en el juego de las sillas, los papeles se intercambiaron. De esa forma, Delfina Gómez asumió su papel de puntera buena ondita, simplemente capoteando los ataques. La panista Josefina Vázquez Mota cambió de estrategia y enfiló sus baterías contra Alfredo del Mazo. El priista, por su parte, se puso en papel de opositor y le tiró con todo a Gómez, retomando inclusive el tema del diezmo que aplicó en Texcoco y que fue denunciado originalmente por Vázquez Mota. Llamó la atención que esta vez Teresa Castell también le entró al tiroteo contra la candidata de Morena, poniendo a salvo al priista. ¿No que muy independiente? Mención aparte merece el perredista Juan Zepeda, quien ya se vio en el tercer lugar, por encima, incluso, de la panista. Pero, bueno, tampoco la cosa estuvo para echar las campanas al vuelo”.
http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=112359
Delfina no hace caso
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “aun cuando su incorporación al equipo de la aspirante de Morena al gobierno del Estado de México se presentó con bombo y platillo, Hugo Scherer Castillo, el reconocido consultor electoral, ahora se está deslindando de la campaña de Delfina Gómez. Dicen en el equipo de campaña que el especialista le ha insistido en que se capacite para que le vaya mejor en sus eventos, pero se queja de que ella no le hace caso y solo escucha a su mentor, Higinio Martínez”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_954084628.html
Agitación.
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “pasado el segundo debate entre candidatos a gobernar el Estado de México, lo que procede es la reflexión. Ya estuvo bien de descalificaciones. Las condiciones que prevalecen en los municipios son de sobra conocidas, también que malos funcionarios las provocaron. Se necesitan fórmulas para mejorarlas. Delfina Gómez, de Morena; Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN); Teresa Castell, independiente; Alfredo del Mazo, del PRI; Juan Zepeda, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Óscar González, del Partido del Trabajo (PT), tienen el tiempo en contra. Pierden más descalificándose. Para usted, ¿alguno teje propuestas reales? O, como siempre, puras promesas”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/05/10/1162605
¿Quién da un peso por el PRD?
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “el PRD parecía condenado a la irrelevancia […]. Su posición en las encuestas se encontraba lejos de aquel PRD de Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles o el propio Andrés Manuel […]. Y quizá de una manera que resultó todavía más brutal para su identidad, el año pasado fungió como partido satélite del PAN. Sólo así, con la derecha, este partido fundado en la izquierda pudo colarse a las butacas de atrás de los triunfos en las gubernaturas de Quintana Roo, Chihuahua y Veracruz el año pasado. Nadie daba un peso por el PRD. Pero qué intrincados son los caminos de la política. Sin que hayan cambiado ninguna de las circunstancias cuasi-catastróficas citadas anteriormente, hoy el PRD es la fruta más deseada por los partidos grandes. Su porcentaje en las encuestas sigue estando lejísimos de sus épocas de oro, pero resulta que esos puntos porcentuales que tiene ahora pueden ser el fiel que incline la balanza. El ejemplo más acabado es el del Estado de México. Los cuarteles del priísta Alfredo del Mazo, la morenista Delfina Gómez y la panista Josefina Vázquez Mota reconocen que el candidato del PRD les ha sorprendido. Juan Zepeda se ha vuelto jugador en una contienda en la que no se esperaba nada de él ni de su partido. Su creciente posición en las encuestas ha movido las arenas: Al mal-enrachado PAN le urge revivir la alianza PAN-PRD que tan exitosa fue el año pasado […]. El PRI ya se dio cuenta que Zepeda le resta votos a Delfina —izquierdas al fin— y buscará evitar a toda costa que decline a su favor. Morena sabe que si logra que Zepeda apoye a Delfina, tiene la gubernatura en la bolsa. Esos puntos del PRD ya valen oro en el Estado de México y empiezan a valerlo para la presidencial de 2018. La ecuación es la misma en una contienda que se prevé cerrada. Así que a la hora de analizar todo esto más que pensar en un ‘por qué’, hay que pensar en un ‘por quién’: Andrés Manuel López Obrador, quien quizá tuvo para sepultar al PRD y ahora, involuntariamente, lo está haciendo renacer”.
Apunte lamentable
En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “el ex visitador de la PGR César Chávez pretende encabezar la Fiscalía Anticorrupción en ciernes. Con esa ilusión, usa su proyecto del estudio que hizo a la diligencia policiaca del ex director de la Agencia de Investigación Criminal Tomás Zerón, en el río San Juan, determinante en la “verdad histórica”. Su indagación es tan deficiente que no contiene el testimonio del responsable jurídico de aquella actuación: el agente del Ministerio Público Federal Abraham Eslava. Eso sí, recomendaba que se diera vista al órgano interno de control de la PGR para que resolviera sobre una probable sanción administrativa (no penal) contra Zerón. Rebasando sus facultades, ‘analizó’ probables ilegalidades en algunas aprehensiones validadas ya previamente por los jueces y presumibles torturas no corroboradas. El proyecto nunca se formalizó y su relevo en la Visitaduría, Adriana Campos, llegó a distintas conclusiones, pero coincidió en que Zerón no es penalmente responsable. Los padres de Los 43 recurrieron al amparo y el apunte de Chávez quedó en borrador, no está en el expediente legal, no sirve para nada”.
Cárceles en poder de los delincuentes
Hace unas semanas le contaba a usted, lector, que hay políticos que afirman que no hay que pararse en los panteones ni en las cárceles porque allí nadie vota. Y no sé si acudan a algún panteón, pero lo que es las cárceles, solo que los lleven detenidos. Digo esto a raíz del reportaje que ayer publicó MILENIO Diario en su primera plana donde se documenta que las cárceles siguen siendo territorio de los delincuentes y no porque estén presos, sino porque son la autoridad, y porque a los gobernadores, salvo alguna excepción que no me viene de golpe al teclado, les valen madre los penales. El trabajo periodístico de esta casa editorial sobre el penal estatal de Puente Grande, en Jalisco, parecería de alguna de las series sobre narcotraficantes, tan en boga y exitosas en estos tiempos. Las imágenes superan la ficción donde un capo es la máxima autoridad del penal, y así lo grita en el video que él se mandó a hacer durante una de las fiestas que le organizaron, con chelas, refrescos y Bucana, que es el mismo que tomaba El Chapo Guzmán, según confesó en sus conversaciones telefónicas. Allí aparece a quien presentan como Don Chelo, protegido por una muralla de guardaespaldas armados y con playeras que los distinguen como tales, escuchando un poema en su honor y al grupo Los Buchones de Culiacán, que celebra a los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación que nos brindaron con su amistad. ¡Arriba la gente de Jalisco Nueva Generación, compa!, celebran los amigos de corazón. En el video aparece luego Don Chelo, para reiterar su autoridad: Aquí no hay más quien mande. Pídanme, les voy a dar… Yo aquí hago lo que quiera, y lo hace como confirma el video y la crónica de MILENIO Diario. Esta denuncia pareció no mover a las autoridades, ya que, por ejemplo, el gobernador Aristóteles Sandoval se abstuvo de hacer comentarios porque se reportó enfermo, como si esto fuera de enfermedades y no de complicidades. Es una vergüenza, y peor, la impunidad ante los hechos y la indiferencia de las autoridades a las que les da igual lo que pase en sus penales, ya sea en Nuevo León, en Sinaloa, en Quintana Roo, en Coahuila o en cualquier otro estado”.
Lecciones de Francia
Héctor Aguilar Camín escribe en Milenio respecto a las lecciones que podemos obtener de los recientes comicios en Francia: “Las elecciones de Francia son una buena lección para México. En un escenario de competidores tan fragmentado como el mexicano, han permitido triunfar a un candidato inesperado, independiente respecto de las estructuras partidarias y esperanzador como un hombre que no pertenece a ellas ni carga su desprestigio. No solo eso, sino que las elecciones francesas produjeron un ganador absoluto con 66 por ciento de los votos, en un escenario donde ninguno de los partidos ni de los contendientes podía alcanzar más de 30 por ciento. Allá, como acá, como en cualquier sistema presidencialista, un presidente de minoría en la votación general y en el Congreso no puede sino dar a luz gobiernos débiles, que quedan a merced de sus oposiciones. Lo que permitió convertir la fragmentada elección francesa en la victoria contundente de uno de sus candidatos es, desde luego, el mecanismo de la segunda vuelta, el que la democracia mexicana abomina. Uno de sus infaustos tabús. En busca de gobiernos estables y sólidos, el sistema electoral francés contempla también unas elecciones legislativas con segunda vuelta, a celebrarse dentro de unas semanas, cuando ya el presidente haya tomado posesión del cargo. Ahí los votantes podrán votar o no en favor del presidente ya electo y darle la mayoría también en el Congreso, o retirársela, si así lo prefieren. La cuestión clave es que en cada uno de los pasos son los electores quienes tienen opciones para hacer que su voto cuente, al punto de que pueden cambiar de opinión, y confirmar o corregir su voto. Son votantes más libres y soberanos que otros, y tienden a producir gobiernos estables. Gana el votante y gana la gobernabilidad. El ganador de estas elecciones francesas es un hombre ilustrado, joven, europeísta y liberal, una verdadera nueva estrella de la política europea. Bien para Francia, bien para Europa. Lo interesante para países como México es la forma en que el mecanismo de la segunda vuelta reconoce la fragmentación real de los partidos en la primera elección, pero la resuelve en la segunda. Da varias opciones a los votantes llevándolos siempre a una decisión mayoritaria, al tiempo que rescata a la democracia representativa de uno de los males que suelen atacarla y pueden destruirla: la pluralidad que pulveriza la representación y drena la legitimidad. Eso que pasa en México”.
@loscabareteros