Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del martes 06 de febrero de 2018. Culpables de la mala campaña de Meade… ¿Sustituir a Meade?: rumor de muy mala leche… Está tan desprestigiada la marca del PRI, por culpa del gobierno de Peña, que el Presidente tuvo que tomar la muy audaz decisión de ponerle una “cara bonita” —más bien una “cara decente”— al frente de un partido que la mayoría del electorado considera como corrupto. En lo que sí cedió (y no debió) Javier Corral…
Rayuela
Gobernador Corral: no dejaremos de recordarle que usted nada ha hecho para esclarecer el asesinato de nuestra Miroslava.
http://www.jornada.unam.mx/2018/02/06/
Culpables de la mala campaña de Meade…
Templo Mayor de Reforma escribe que: “Dado que la campaña de José Antonio Meade no pasa por su mejor momento, los priistas ya empezaron a buscar culpables. Y uno de los primeros señalados es José Murat. Aunque tiene fama de ser un eficientísimo operador político, al ex gobernador oaxaqueño lo acusan de ser muy poco discreto con los planes del equipo de campaña e, inclusive, que anda diciendo en público que Meade la tiene perdida… al menos en Oaxaca. La situación con Murat está tan tensa, que algunos lo llaman «El Cuaco», por aquello de que lo consideran un caballo de Troya para el aspirante tricolor”.
¿Sustituir a Meade?
Leo Zuckermann escribe en Excélsior que debido a que el exsecretario de Hacienda no subía en las encuestas, las alarmas se habrían prendido en Los Pinos y el Presidente ordenaría su reemplazo. Se trata de un rumor de muy mala leche, típico de una contienda electoral: “No bien había pasado un mes después del destape, cuando comenzó a circular el rumor de que el PRI estaba considerando sustituir a José Antonio Meade como su candidato presidencial. Debido a que el exsecretario de Hacienda no subía en las encuestas, las alarmas se habrían prendido en Los Pinos y el presidente Peña (quien es el que puso a Meade como candidato y es el único que tiene el poder en su partido para quitarlo) ordenaría su reemplazo. Incluso se le puso nombre y apellido al sustituto: Aurelio Nuño, exsecretario de Educación Pública, ahora coordinador de la campaña de Meade. Muchos me han preguntado, desde entonces, qué pienso sobre este rumor. Mi respuesta es que se trata de un rumor de muy mala leche, típico de una contienda electoral. Recordemos que Meade no es priista y que ésta es la primera vez en la larga historia del PRI, desde su fundación como PNR, en 1929, que este partido lanza a un candidato que no es miembro de esta organización. Está tan desprestigiada la marca del PRI, por culpa del gobierno de Peña, que el Presidente tuvo que tomar la muy audaz decisión de ponerle una “cara bonita” —más bien una “cara decente”— al frente de un partido que la mayoría del electorado considera como corrupto. La decisión de poner a un externo como líder nunca cae bien dentro de las filas de un partido, empresa, organización o club privado. A menos, desde luego, que sus miembros lo vean como una especie de salvavidas. Los priistas tienen que estar convencidos que Pepe (así le dicen) “es el único que nos puede hacer ganar” para que lo acepten y trabajen a su favor. De lo contrario, si existe la percepción de que Peña puso a un “perdedor”, inevitablemente comenzarán las protestas, deslealtades y defecciones en la campaña. Por eso, para el PRI y Peña era muy importante que Meade arrancara muy bien, posicionándose rápido como el candidato con más capacidad de ganarle a López Obrador. Hasta ahora no ha ocurrido por una razón. Meade venía de muy abajo: era poco conocido por el electorado. Su reconocimiento de nombre era bajísimo comparado al de AMLO y Ricardo Anaya. El primero lleva años haciendo campaña, el segundo meses, ambos utilizando miles de spots para darse a conocer”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/leo-zuckermann/2018/02/06/1218389
Triunfo de Chihuahua
Raúl Trejo Delarbre escribe en La Crónica sobre Javier Corral: “Si el gobierno de Chihuahua no hubiera organizado la marcha hasta la Ciudad de México, no habría recuperado los 900 millones de pesos que la Secretaría de Hacienda le había retenido y las gestiones para extraditar al exgobernador Duarte habrían seguido paralizadas. Si el gobierno federal no hubiera querido extorsionar al gobierno de Chihuahua con la suspensión de pagos que ya estaban acordados, Javier Corral y su administración no habrían tenido que convocar a la Caravana por la Dignidad. Una tras otra, las presiones del gobierno federal indicaron la enorme preocupación que suscitaron las indagaciones judiciales sobre la corrupción del gobierno de César Duarte en Chihuahua. La retención de 780 millones de pesos fue justificada por la Secretaría de Hacienda con argumentos baladíes (primero dijeron que los recursos se agotaron, luego que el número de cuenta bancaria para hacer el depósito era incorrecto y que ya había terminado el ejercicio fiscal, funcionarios de la SHCP explicaron, además, que las transferencias fueron canceladas debido a la averiguación de los manejos de Duarte). En realidad, como se dijo en este espacio hace tres semanas, la retención de recursos por parte de la Secretaría de Hacienda era extorsión apuntalada en un manejo faccioso de dinero público. En el empeño para atenuar las denuncias del gobernador Javier Corral, el gobierno federal y su partido dijeron que uno de los principales testigos de la corrupción de Duarte, el exsecretario general adjunto del PRI, Alejandro Gutiérrez, había sido torturado en el penal de Chihuahua en donde ha estado recluido. Esa versión, que no ha estado respaldada en evidencia alguna, fue compartida con notoria irresponsabilidad por el candidato presidencial José Antonio Meade. A partir de esa especie y debido a supuestas dificultades para indagar la situación de Gutiérrez, hace unos días la PGR multó a varios funcionarios de la Fiscalía General de Chihuahua. El acuerdo anunciado el sábado por la noche en la Secretaría de Gobernación confirma que el gobernador de Chihuahua y su Caravana han tenido la razón, tanto en sus demandas como al organizar esa movilización. El gobierno federal se compromete a solicitar la inmediata detención de César Duarte con el propósito de obtener su extradición. Tales gestiones estarán apoyadas en las 11 órdenes de aprehensión que han sido giradas contra ese exgobernador y no sólo en un par de ellas como anunció la PGR a mediados de enero. Por otra parte, el exfuncionario priista y empresario Alejandro Gutiérrez, acusado de desviar recursos en beneficio del PRI durante el gobierno de Duarte, será trasladado a un penal federal en Ciudad Juárez. La PGR dejará sin efecto las multas y los apercibimientos que había presentado contra la Fiscalía de Chihuahua. Por otra parte, el gobierno federal entregará de inmediato los recursos que le había retenido a Chihuahua y que ya ascienden a 900 millones de pesos. Ese acuerdo es, claramente, un triunfo del gobierno y de la sociedad de Chihuahua”.
http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1063820.html
En lo que sí cedió (y no debió) Javier Corral
Carlos Puig, en Milenio, al respecto argumenta lo siguiente: “Me parecen equivocadas las críticas a la negociación entre Javier Corral y Alfonso Navarrete Prida que creen, no entiendo por qué, que el traslado de un preso de una prisión a otra termina con un proceso de juicio. Hay miles de presos con procesos federales en cárceles estatales y menos, pero hay, presuntos delincuentes en penales federales que tienen procesos estatales. Y muchos atienden su proceso en ambos fueros, común y federal, sin importar donde duermen. Si hubo o no un acuerdo de impunidad se verá en la calidad de los procesos estatales y federales que hoy enfrenta el ex secretario adjunto del PRI. Me parece, sin embargo, más grave la decisión del gobernador Corral de renunciar a llevar ante la Suprema Corte de Justicia una controversia constitucional que analizara la legalidad de los convenios que Hacienda y los estados firman y que son ejemplo de discrecionalidad, negociaciones políticas, a veces chantaje, y siempre gasto poco transparente. No es poco dinero. Me pasa Leonardo Núñez González, autor de ¿Dónde quedó la bolita?: el año pasado Hacienda distribuyó a los estados 135 mil 963 millones de pesos mediante estos convenios. La Auditoría Superior de la Federación ha señalado que entre 2003 y 2016 se encontraron irregularidades de las cuales no se han podido recuperar 27 mil millones de pesos, el mismo presupuesto, por cierto, que se aprobó este año para el Conacyt. Así que cuando el secretario Navarrete y el gobernador Corral dicen que “sobre el convenio que ha sido objeto del diferendo entre el gobierno del estado de Chihuahua y el gobierno federal, ambas instancias reconocen la juridicidad de ese instrumento financiero como vehículo para la ministración de recursos a las entidades federativas. En tal virtud, el gobierno de Chihuahua asume el compromiso de declinar su intención de presentar controversia constitucional sobre este particular, en cuanto se confirme la recepción de los recursos”, lo que ambos están manteniendo es una parte de los recursos del estado, que gastan los estados que no están sujetos a más reglas que las que se negocian en una mesa en la Secretaría de Hacienda. Por cierto, Leonardo que se dedica a esto, me dice que es imposible encontrar los convenios. Sabemos cuánto dan y a quién. Nada más. Todo indica que gobernadores y Hacienda están felices con el método. Los ciudadanos quiero pensar que no tanto”.
Gobernación ajusta a Corral
Julio Hernández López, escribe sobre el acuerdo entre Gobernación y Javier Corral, en Chihuahua y enfatiza en una “amenaza encubierta” realizada por Navarrete Prida hacia entidades que quieran hacer lo mismo que Corral: “El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, comenzó a desmontar en Querétaro, al menos discursivamente, las expectativas de triunfo político del gobernador panista Javier Corral Jurado. Se le preguntó si se aceleraría el proceso de libramiento de una orden de extradición del ex gobernador priísta César Duarte Jáquez y dijo categóricamente que no. Añadió: Es una orden constitucional, (que) no estaba sujeta realmente ni a negociación, y por ello pedimos que el gobierno del estado fungiera como coadyuvante, para evitar suspicacias y que se revise, por parte de quienes tienen interés legítimo y jurídico en este tema, que las cosas transcurran como deben de ser. Señaló que tampoco estaba a negociación el traslado de Alejandro Gutiérrez (el beltronista acusado de participar en una triangulación de fondos federales a campañas electorales priístas) a una cárcel federal, en Ciudad Juárez, e insistió en el tema del debido proceso, pues éste es un principio constitucional, y (…) evitar suspicacias sobre una acusación tan grave como la tortura es lo que más conviene a cualquier autoridad y dar las garantías de que el debido proceso se respete, sea quien sea. Navarrete Prida espera que lo sucedido con Corral sirva de ejemplo a otros gobernadores, pues escalar los conflictos políticos (…) no te lleva a nada (nota de Erika Hernández, https://goo.gl/5J4o2c)”.
http://www.jornada.unam.mx/2018/02/06/opinion/008o1pol
Los hijos de Andrés Manuel
Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero sobre la estructura de mando en MORENA: “El Estado Mayor de Andrés Manuel López Obrador es sanguíneo. La cúpula real del Movimiento de Regeneración Nacional, partido que bautizó como Morena para que la masa lo vinculara subliminalmente con la Virgen de Guadalupe, y quienes están en la línea de sucesión de su control por la vía de la herencia política, no son sus compañeros de trabajo político de décadas, sino sus hijos. López Obrador tiene cuatro, tres de su primer matrimonio con Rocío Beltrán, quien falleció en 2003 –José Ramón, Andrés y Gonzalo–, y uno más, menor de edad, de su segundo matrimonio, con Beatriz Gutiérrez –Jesús Ernesto. Los tres primeros forman el cinturón que rodea al candidato presidencial, y ante quienes todos tienen que someterse y pasar sus aduanas para llegar a él. Andrés es el más importante, en todos los sentidos. Es el preferido de López Obrador, que tiene un lenguaje de cuerpo muy expresivo y no puede ocultar su preferencia por “Andy”, como lo llaman en el entorno más cercano del tabasqueño. “Andy”, el único de sus hijos mayores a quien López Obrador saluda de beso, controla la agenda de su padre –él decide a quién ve y cuándo– y tiene bajo su responsabilidad la Ciudad de México. La precandidata de Morena al gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, no hace nada que no tenga la aprobación de “Andy”, o que no haya pasado por él. Andrés y la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, integran lo que Ricardo Monreal calificó, cuando perdió una encuesta secreta ante Sheinbaum para la candidatura capitalina, sin mencionarlos, como “la nomenklatura”. José Ramón, el mayor, es el coordinador estatal de Morena en el Estado de México, donde el partido ha tenido un avance significativo, y fue una pieza central en la pasada elección por la gubernatura para que Delfina Gómez, la candidata morenista, derrotara por 56 mil votos al candidato priista, Alfredo del Mazo, quien se levantó con la victoria por los votos que le dieron los partidos coaligados al PRI. José Ramón fue el responsable de formar seis mil 500 comités seccionales del partido en el estado, que sirvieron como defensa del voto aunque, dicho dentro de los órganos de poder de Morena, no fueron suficientes para cumplir el objetivo. Cuando menos en cuatro municipios, explican internamente, el voto rural priista fue completamente atípico y clave en la victoria de Del Mazo. La experiencia del Estado de México ha sido el ejemplo tomado por Gonzalo, el tercer hijo de López Obrador, para hablar de la importancia de los comités seccionales, cuya coordinación le entregó su padre. Estos comités son una distribución territorial de defensa del voto que López Obrador, dicho por él mismo, nunca pudo armar en el PRD. (…) Si los partidos en el mundo no son democracias sino estructuras verticales, en el caso de Morena su conformación es monárquica. La verticalidad es autoritaria –las asambleas a mano alzada y las encuestas secretas para designar candidatos son una de sus expresiones más públicas– y los cimientos para la transición de Morena después de López Obrador, encuentran su modelo en las viejas casas reales europeas, donde el poder no se entrega mediante el ejercicio democrático o derivado de un sistema de méritos, sino que se cede a la misma sangre. (…) López Obrador puede hacer todo lo que quiere con Morena porque el movimiento es él. Nadie le alza la voz, nadie objeta estas decisiones. Los hijos, aunque inexpertos en muchos momentos, tampoco le han fallado. El control vertical lo reproducen cabalmente, legado claro del pensamiento del candidato”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/los-hijos-de-andres-manuel
AMLO haciendo un AMLO
Cierta manía por adelantar vísperas ha generado un clima mediático tal que cualquiera diría que las elecciones son mañana, o que, faltando casi cinco meses, el resultado en los comicios presidenciales es inevitable. Nada menos cierto. Las campañas cuentan. Esa debería ser la lección aprendida por todos (sociedad, opinadores, políticos) luego de lo ocurrido en 2006, cuando Felipe Calderón y su equipo supieron sobreponerse a un pésimo inicio electoral para terminar por arrebatar la Presidencia al entonces puntero Andrés Manuel López Obrador. Y las campañas son una corriente alimentada por diversos afluentes: capacidad para entender y comunicar el mensaje que quiere escuchar el electorado; oportunas reacciones en el cuarto de guerra ante imprevistos; desempeño de los candidatos en los debates; éxito para aprovechar/contrarrestar el chantaje del partido en el gobierno contra medios y otros poderes fácticos, y –aunque parecido es cosa aparte– capacidad para doblegar la sumisión de otros poderes –entre ellos la prensa– a la agenda oficial. Agregaría uno más, uno que el entonces candidato Emmanuel Macron dejó claro a su equipo en la campaña por la presidencia de Francia en 2017. Según se aprecia en el documental sobre esos comicios (El ascenso al poder. Netflix), rumbo a la recta final de la primera vuelta electoral, Macron advierte a sus colaboradores que no pueden permitirse el confiarse, pues los franceses nunca votarían por alguien que no demuestre un ferviente deseo de triunfo: “El ganador será el que más lo desee. Así que óiganme: tenemos que ser muy enérgicos (…) quienes más lo deseen, ganarán. El último día iré a tres mítines. Nadie recordará nada de lo que diga, pero verán a un hombre con ganas. Todo mundo debe estar de acuerdo. No deben ser arrogantes si hablan con un periodista. Esto aún no se termina, podrían liquidarnos en 15 días. (…) Conozco a los franceses, estarán buscando eso. Al final, quieren saber quién lo desea más. Hay un gran premio para quien más lo desee, y seremos nosotros”. López Obrador es hasta hoy el líder en las encuestas. Su política de puertas abiertas a políticos y personajes de la más variada procedencia (y prestigio) ha sido aplaudida por unos y criticada por otros. De entre las críticas recibidas, a López Obrador parece haberle dolido particularmente la publicada ayer por Jesús Silva Herzog-Márquez en Reforma, titulada AMLO 3.0 (…) Ante el artículo, AMLO pudo mostrar a los electores que desea ganar. Pudo haber publicado un artículo donde atendiera/rebatiera los argumentos del analista. En vez de ello optó por la arrogancia de los 280 caracteres: a una crítica razonada en dos cuartillas respondió en Twitter con 45 palabras que se resumen en el sobadísimo petate del muerto de “la mafia del poder”. A López Obrador le ganaron (otra vez) las ganas de no ganar. AMLO haciendo un AMLO: incapacidad pura para demostrar que está hecho de otra cosa que no sea su persistencia; incapacidad para mostrar que aprendió de los errores de dos campañas, para entender el crucial papel de los no afectos en una democracia y del debate mismo. A 20 semanas de las elecciones, las encuestas dirán una cosa, pero falta ver qué candidato presidencial se muestra más efectivo al comunicar un deseo de triunfo, un deseo de ganar electores y debates. Exactamente lo contrario a lo que ayer AMLO hizo”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/salvador-camarena/amlo-haciendo-un-amlo
López Obrador lidera la carrera electoral en México en un escenario de gran incertidumbre
Kiko Llaneras, escribe en El País, de España, respecto a la ventaja que hasta hoy muestra López Obrador en las encuestas y analiza el promedio de 12 sondeos, que colocan, a cinco meses de las elecciones, al líder de Morena en cabeza, seguido de Ricardo Anaya y José Antonio Meade: “México celebra el próximo 1 de julio unas elecciones presidenciales trascendentales. A cinco meses de la votación, el promedio de los sondeos coloca primero a Andrés Manuel López Obrador, que ahora mismo rondaría el 37% de los votos. Le siguen el candidato del PAN, Ricardo Anaya (27%), y el del PRI, José Antonio Meade (25%). En cuarto y quinto lugar aparecen dos candidatos independientes, Margarita Zavala (7%), esposa del expresidente Felipe Calderón, que abandonó el PAN a finales del año pasado y el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco (3%). Los datos analizados no tienen una única fuente, sino que son el promedio de 12 encuestas recientes hechas por distintas empresas. Los sondeos están promediados tal y como se explica en la metodología, tomando en cuenta el tamaño de su muestra, la empresa encuestadora y la fecha. Estos datos colocan a López Obrador con una ventaja clara, pero no definitiva. Basta analizar la precisión de los sondeos en el pasado. En las tres últimas elecciones presidenciales en México, el error (absoluto medio) de las encuestas fue de 2,9 puntos por partido. Los sondeos estuvieron razonablemente bien en 2012 y 2006 —y aún mejor en las federales de 2015 y 2009—, pero se desviaron mucho del resultado en el año 2000. El margen de error de estos sondeos lo hemos estimado en unos 7 puntos. Además, quedan cinco meses hasta la votación y eso añade incertidumbre. Nuestro modelo de incertidumbre, basado en miles de encuestas de distintos países, dice que el margen de error de las encuestas en México rondaría ahora mismo los 11 puntos. Por eso la ventaja de López Obrador es importante, pero no definitiva. Otro dato sugiere lo mismo: según un sondeo de Buendía & Laredo para El Universal, la mitad de los mexicanos todavía está indeciso sobre a quién votará. Hay, por último, otro argumento para atemperar el entusiasmo de López Obrador: los datos de intención de voto por partido”.
https://elpais.com/internacional/2018/02/06/mexico/1517881364_171872.html
La presión no hizo mella: EPN da 4 mil 779 mdp a medios en 11 meses de 2017…
Daniela Barragán, en el portal SinEmbargo, escribe sobre el gasto en publicidad del gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto que en 11 meses ha rebasado 34% el presupuesto original de 2017: “El próximo 30 de abril, el Congreso debe tener una legislación para regular la publicidad oficial que se difunde en los medios de comunicación, de acuerdo con la orden que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Los partidos han comenzado a presentar sus iniciativas como tema crucial en un año electoral y, en consecuencia, en uno en el que habrá cambio de Presidente de la República. Pero mientras eso ocurre, el Gobierno federal ha seguido gastando a manos llenas en publicitar sus logros en medios de comunicación. Aún no se conocen las cifras definitivas de 2017 ni tampoco están las cifras del primer mes de 2018, pero con la información disponible se puede comprobar que el dinero gastado por mes, día y año ha superado el tope que mandata el Presupuesto de Egresos. De enero a noviembre del año pasado, el Gobierno federal gastó 4 mil 779 millones 640 mil 801 pesos, o lo que es lo mismo: 14 millones 310 mil 301 pesos por día, o 596 mil 262 pesos por hora”.
http://www.sinembargo.mx/06-02-2018/3381910
¿Dónde anda, doña Margarita?”
En más de las acciones que retratan al candidato del PAN, destaca un tema que lo relaciona con la aspirante independiente Margarita Zavala, pues en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “extrañeza y cejas levantadas ha ocasionado el silencio de la aspirante presidencial independiente, Margarita Zavala, en el caso de su contrincante panista, Ricardo Anaya, quien utilizó un esquema de triangulación inmobiliario —documentado por el semanario Proceso—. Nos dicen que ella se ha hecho a un lado en este caso y que su esposo, Felipe Calderón, tuvo que salir al quite para criticar la operación de don Ricky que, como en otros casos sobre su patrimonio inmobiliario publicados en esta casa editorial, resulta, por decir lo menos, sospechosa. Es un ‘bombón’, nos comentan, que le han regalado a doña Margarita y que lo está dejando pasar, como lo hizo la primera vez, cuando el propio Anaya le pidió que no hablara de su abundante patrimonio familiar. Zavala es la que quiere estar en la boleta electoral para la Presidencia y el que sale es don Felipe. ¿Dónde anda, políticamente hablando, doña Margarita?”
http://www.eluniversal.com.mx/columna/periodistas-el-universal/nacion/donde-anda-margarita
Enamorados del Candidato
La fe ciega en un candidato a cualquier cargo público, es cuestionada en El Universal, por el periodista Carlos Loret de Mola, quien escribe que: “¿Por qué cada seis años se enamoran de un candidato? […] ¿No se han dado cuenta de lo ilógico que resulta creer que una sola persona va a resolver todos los problemas, que una sola persona es garantía de la salvación de la patria, que una sola persona es capaz de llevar a México a la anhelada modernidad? Meade no es el que va a impedir que México se vuelva un segundo Venezuela; López Obrador no es el que va a frenar la corrupción que alcanza niveles de escandaloso récord; Anaya no es el que puede hacer las dos cosas. Las civilizaciones avanzadas descubrieron hace tiempo que la ciudadanía empoderada es la que puede lograr eso, incluso si los gobiernos le ponen obstáculos. Basta en México recordar el caso de las organizaciones de la sociedad civil que impulsaron un sistema para abatir la corrupción —un entramado de leyes e instituciones— y lograron una ley a pesar de la franca resistencia del régimen. Es mucho más lo que puede hacer una sociedad organizada, una prensa que presiona, una ciudadanía activa, que una persona, un gobernante plagado de intereses políticos, maniatado por sus alianzas inconfesables […]. No voy a caer en el morboso juego de decir nombres de opinadores a los que he leído y escuchado, con cierto asombro, enamorados de tal o cual candidato porque no se trata de atacar en lo personal, y mucho menos en un ambiente tan violento —verbal y físicamente— contra los periodistas en México. Pero dejo aquí la respetuosísima reflexión por si a alguien sirve”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/carlos-loret-de-mola/nacion/enamorados-del-candidato
Afianzados
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “a unas semanas de concluir el plazo, tres aspirantes a la candidatura independiente por la Presidencia de la República parecen con méritos numéricos para integrarse a la boleta electoral: Jaime Rodríguez El Bronco, si se avala la veracidad de sus firmas, Margarita Zavala, quien se ha autoeliminado de toda presencia mediática, y el senador Armando Ríos Piter, a quien sólo le falta una entidad para cumplir con el requisito de dispersión de uno por ciento del listado nominal en, al menos, 17 entidades. ¿Y entonces qué, hora de platicar lo de la candidatura independiente única? No titubear. Eso los haría más fuertes”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2018/02/06/1218394
Réplicas
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “Andrés Manuel López Obrador prendió más con su tuit sobre un texto de Jesús Silva-Herzog Márquez y otro de réplica a Enrique Krauze que con su discurso sobre el huachicol en Palmar de Bravo y Acatzingo, dos de los municipios que conforman el llamado Triángulo Rojo por la extracción ilegal de combustible, en Puebla. Algún asistente aplaudió al tabasqueño, pero predominó el silencio. A saber la razón”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_1117268288.html
@loscabareteros